Los exiliados tibetanos que se encontraban reunidos desde hace una semana en la ciudad india de Dharamsala rechazaron una eventual radicalización de sus formas de lucha frente a China y optaron por mantener la vía de la negociación con Beijing para lograr una autonomía que defiende el dalai lama Tenzin Gyatso.

«Deseamos continuar la estrategia del `término medio'», declaró el presidente del Parlamento tibetano en el exilio, Karma Chophel, tras la sesión que reunió a 600 delegados.

El líder del Congreso Tibetano de Jóvenes, Tsewang Rigzin, aseguró que «es difícil predecir el futuro, pero la violencia no es una opción». Rigzin ha sido acusado por Beijing de instigar la revuelta que se registró en marzo en Lhasa contra ciudadanos chinos.