Necesitado como está de estímulos positivos, la Real pretende que la vuelta de un jugador tan importante como Xabi Alonso a la convocatoria tras más de dos meses de baja sirva como acicate en la complicada salida a Balaídos que le podría colocar muy cerca de los puestos de ascenso a costa de un rival directo como el Celta, a un punto de los guipuzcoanos.

Cargar al talentoso extremo donostiarra con la responsabilidad de tirar del equipo hoy mismo es excesivo, pero sí que su recuperación debe servir como refuerzo para terminar positivamente un mes de noviembre en el que han logrado dos triunfos y dos empates que le han catapultado en la tabla.

Pero al margen de la recuperación de Xabi Prieto, Juanma Lillo sigue teniendo sensibles bajas al margen de la de Iñigo Diaz de Zerio, ya que no puede contar con Sergio Rodríguez y Gorka Elustondo, que han sido titulares cuando han estado en condiciones. Eso sí, afortunadamente Xabi Castillo y Necati, protagonistas en la victoria ante el Huesca, se han recuperado de las molestias sufridas durante la semana.

La única variante que podría introducir Lillo con respecto al último partido de Liga sería la entrada del pivote Diego Rivas por Markel Bergara para reforzar un apartado defensivo que funciona hasta la fecha, al ser la Real el segundo conjunto menos goleado de la categoría.

La situación realista no difiere excesivamente de la del Celta, en el que la principal novedad es el regreso a los terrenos de juego de Borja Oubiña, en este caso tras 14 meses de baja. El equipo celeste atraviesa por un excelente estado de moral tras pasar de la última posición de la tabla a la novena, a tan sólo cuatro puntos de los puestos de ascenso. El conjunto gallego tratará de proseguir la escalada ante la Real, a quien ya derrotó esta campaña en Balaídos (2-0) en partido de Copa.