«Tras los malos ratos, vives las victorias de forma especial»
Motociclista
Con apenas 22 años, su cuerpo ha sufrido más rasguños que mucha gente en media vida. El piloto bilbaino ha vivido una temporada en la que ha tenido que madurar golpe a golpe, sin perder la paciencia ni la ilusión en los malos momentos. Ahora, con el título estatal en la mano, empieza el momento de gestar su nueva actuación, pero esta vez, y sin interrupciones, a nivel mundial.
Arnaitz GORRITI |
Sereno, el joven piloto de Rekalde desgrana una temporada intensa que le ha deparado muchos sinsabores y una gran alegría: el Campeonato de España en 125 centímetros cúbicos. Ahora su meta está sita en el Mundial del octavo de litro, a poder ser con una moto oficial.
Lo suyo ha sido cumplir a rajatabla con el objetivo. Usted y Herri Torrontegi se propusieron llevarse el estatal y bien que lo han logrado.
Bueno, es que el año pasado ya conseguimos terminar terceros, y viendo que los dos primeros clasificados dejan el Campeonato de España para centrarse en el Campeonato del Mundo, quisimos marcarnos este objetivo. Desde luego, mi meta era ser campeón y bueno, después de tantas penurias, así ha sido.
Sólo con que tuvo que abandonar al final de la primera carrera cuando marchaba líder y sus lesiones, por fuerza ha debido costar mucho este título.
Pues sí, porque he tenido varias caídas malas. Me he roto el pie y la mano, he tenido golpes muy fuertes que me han dejado bastante mermado para las carreras. Además, también hemos tenido muy mala suerte: se nos rompió la moto en la primera carrera del Campeonato de España y por una tontería nos quedamos tirados a falta de dos vueltas; en Jerez la moto se volvió a romper, y suerte que aún así pude ser tercero; en Albacete salí desde el pit lane, la moto fallaba un montón, pero acabé segundo, y eso nos dio muchas opciones de cara al final de la temporada.
¿Qué pudo sacar en limpio de esos malos momentos?
Sobre todo se aprende a valorar cuando las cosas marchan bien y sentirte bien cuando tienes suerte y todo te sale. En los momentos difíciles te duele mucho, pero luego, cuando por fin tienes una alegría, la vives de otra forma.
Y ahora, ganar el estatal ha sido un vaso de agua fría en medio del desierto. Por eso, todo el trabajo que hemos hecho me ha sabido bien; incluso lo malo ha sido bueno porque me ha hecho aprender.
Ha ganado sólo un gran premio, pero ha logrado cinco podios en siete carreras. Regularidad ante todo.
Bueno, hay que reconocer que es una pena que, por ejemplo, las tres últimas carreras, en las que acabé segundo, no hayan sido dos victorias y un segundo.
Yo siempre he dado lo máximo; en Albacete hice segundo porque estaba en inferioridad mecánica; en Valencia la moto iba muy bien y peleamos por el triunfo hasta la última vuelta, pero tenía la fractura de la mano y cometí un error. En la última carrera un piloto fue más fuerte que yo, y preferí no poner en peligro el campeonato e ir detrás de él.
Por otro lado, se había fijado entrar entre los 15 primeros del Mundial, pero no pudo ser.
La intención era puntuar en la mayoría o todas las carreras. Incluso hemos logrado dos top 10, pero llegó la lesión del pie, que lo estuve arrastrando durante siete carreras. La lesión de la mano también vino en muy mal momento, justo antes de Malasia, en el que podía haber hecho top 10 e incluso pelear por entrar en el top 5... Estoy contento con mi trabajo y he tomado experiencia para el año que viene no cometer los mismos errores.
¿Cuál es el momento de esta temporada en el que más ha disfrutado?
Obviamente, la primera carrera de Albacete, que fue mi primer triunfo, o en Jerez, en el que gané el campeonato.
Por otro lado, ha habido circuitos en los que me ha salido todo, como en Holanda. Hasta que me caí, salí en el puesto 22 y me puse segundo. Me veía delante, fuerte, y al mismo tiempo tenía ganas de pasar por la bandera a cuadros. Estaba disfrutando... Aquello fue increíble.
¿En 2009, sin estrés al Mundial?
Ningún estrés. Me centraré en hacerlo lo mejor posible.
¿Qué objetivo se pondrá?
Siempre hay que ir mejorando, así que intentaremos acercarnos al top 10 de 125 lo máximo posible. Además, optamos a tener una Aprilia oficial, y sólo la moto cuesta 400.000 euros. Así que esperemos que los sponsors públicos y privados sigan contentos e involucrándose. Sé que este año se han alegrado mucho con el título, y yo soy una persona muy agradecida. Por eso les doy las gracias por el trabajo increíble que han hecho en 2008.