A.G. | LEIOA

La palabra «cambio» es una de las más pronunciadas por la profesora de Sarriko, que no oculta su voluntad de variar algunas de las líneas estratégicas de su antecesor si consigue la victoria el jueves. La política lingüística es el ámbito en que impulsará cambios de rumbo, según subraya.

¿Cuál es el principal reto al que debe hacer frente la UPV-EHU?

Es seguir mejorando la Universidad para que pueda haber una buena oferta docente que permita formar a los investigadores y profesionales que nuestra sociedad necesita. También para seguir impulsando las actividades de investigación que permitan incrementar nuestros niveles en la investigación básica y la transferencia de conocimiento hacia el tejido empresarial e institucional del País Vasco.

Uno de los ejes de la campaña está siendo cómo afrontar la euskaldunización. ¿Entiende que el vigente Plan Director del Euskara es «excesivo» para la demanda del alumnado?

No. Lo que plantea nuestra candidatura es que la Universidad tiene la obligación de ofertar las distintas titulaciones tanto en euskara como en castellano porque estamos en el País Vasco, país en el que hablamos los dos idiomas. Nuestro propósito es sacar alumnos titulados bilingües que dominen técnicamente los dos idiomas. Sabemos que los niveles de euskaldunización en todas las titulaciones no se han conseguido al nivel que pensamos que deben estar. Hay algunas titulaciones que están euskaldunizadas al cien por cien y otras en las que queda trabajo pendiente por hacer.

En todo caso, el Plan Director del Euskara lo vamos a tener que reformar necesariamente en el momento en el que reformemos toda nuestra oferta de titulaciones, que es otro trabajo en el que estamos embarcados. Ahí, marcaremos cuáles son los objetivos en materia de política lingüística, aunque como objetivo final es que la oferta docente en la Universidad se pueda realizar en ambos idiomas.

¿Parte usted con ventaja respecto a su rival? ¿Se ve rectora?

Después del trabajo que llevamos haciendo muchas personas a lo largo de los últimos meses, he llegado a tener la convicción de que una gran parte de la mayoría universitaria comparte el diagnóstico que hago sobre cuáles son los problemas de la Universidad. También creo que mucha gente considera que la propuesta de cambio que estamos planteando es necesaria.

Claro que me veo de rectora en la medida en que soy candidata. Pero si debo contestar a la pregunta: ¿Voy a ser elegida rectora el próximo día 4?... Se lo contestaré ese día por la noche. Creo que podemos salir pero se lo contestaré el día 4.

¿Considera que el voto del alumnado y el del PAS puede ser determinante?

Todos los colectivos son importantes para que uno pueda ser elegido rector o rectora. Como siempre digo, cada voto es imprescindible. Así que no priorizo ni uno ni otro sino que me dirijo al conjunto de la comunidad universitaria para transmitirle mi proyecto y convencerle de que lo mejor que puede pasar en esta Universidad es que voten a nuestra candidatura.

Históricamente el sector más remiso a acudir a las urnas ha sido el estudiantil, ¿a qué achaca esta actitud?

Efectivamente, los niveles de participación del alumnado en casi todas las votaciones de la Universidad son bajos, mucho más de lo que a mí me gustaría. Tenemos que hacernos esa pregunta el conjunto de la comunidad universitaria. Estoy segura de que muchos alumnos ni siquiera saben qué es lo que hace la figura del rector o rectora. Tendríamos que comunicarles mucho más a los alumnos cómo está organizada la Universidad, qué funciones desarrolla cada una de las personas u órganos para los que se plantean votaciones para que entiendan y comprendan que su voto es importante y que con su voto pueden decidir en un sentido u otro lo va a pasar en la Universidad.

En caso de ser elegida, ¿no piensa que las relaciones de la Universidad con el Gobierno de Gasteiz pueden enfriarse?

No. Considero prioritario el establecer una buena relación no sólo con la Consejería de Educación, sino con el Gobierno Vasco y con el conjunto de las instituciones públicas vascas, sean diputaciones, ayuntamientos y demás. Esa buena relación va a favorecer tanto a la Universidad como a la sociedad vasca a la que le tenemos que prestar servicios en el ámbito de la formación y la innovación.

Estoy convencida de que, si salgo elegida, tendremos unas excelentes relaciones con las administraciones y mi experiencia en la época en la que fui secretaria general y en los equipos en los que estuve, es que las relaciones tanto con la Consejería como con el Gobierno fueron buenas, llegamos a acuerdos fructíferos para la Universidad.