El candidato Iñaki Goirizelaia, a pesar de que se esfuerza en resaltar los proyectos desarrollados por su antecesor, no oculta que hay aspectos en que mejorar y profundizar para afrontar los profundos cambios a los que se enfrenta la Universidad.

En política de normalización lingüística, las posiciones que mantienen las dos candidaturas son muy diferenciadas. El Plan Director del Euskara plantea la creación de 285 nuevos puestos bilingües lo que debería suponer al concluir el curso 2011/12 que un 43% de la plantilla sea bilingüe. Cuándo dice que mantendrá el Plan, ¿se ratifica en los criterios a la hora de planificar la contratación?

Por supuesto, estamos comprometidos en política lingüística porque no puede ser de otra forma. Sobre el Plan Director del Euskara, que está aprobado en Consejo de Gobierno, hay un consenso amplísimo. Sólo hubo un voto en contra y, por tanto, nos comprometemos a cumplir todo lo que dice.

Un sector importante de la comunidad universitaria no ha presentado candidato a rector, ¿es tiempo de construir una universidad más participativa o mejorar su gestión?

No son opciones excluyentes. La gestión y la participación son compatibles.

¿No adolece la UPV de falta de participación?

Sí. Hay que hacer un esfuerzo y, de hecho, lo reivindicamos por favorecer la participación de todos los colectivos, por establecer cauces. Decimos claramente que nuestra actitud tiene que ser de escucha activa. La propia gestión también facilita el que haya participación y escucha. Es época de hacer las dos cosas significativamente bien; mejor si es posible.

En la campaña electoral parece distanciarse de la gestión de Juan Ignacio Pérez, ¿teme seguir los pasos de él en mayo?

Nosotros significamos un proyecto muy atractivo para el conjunto de la comunidad universitaria. Hemos dado pruebas clarísimas de nuestra capacidad de gestión y consenso, así como de llevar adelante proyectos emblématicos. Ahora, apostamos por nuevos proyectos que tienen gran influencia tanto para el profesorado en el área de gestión de personal, en investigación, como para el PAS con la creación de 400 nuevos puestos de trabajo o culminar la OPE, hacer una nueva, o en el alumnado favoreciendo con todos los medios que podamos la participación. El proyecto es lo suficientemente atractivo para darle la vuelta a esos resultados.

En su programa hay una referencia a que la UPV-EHU sea reconocida como «la máxima referencia del conocimiento en el País Vasco y contribuir de forma significativa a generarlo y transferirlo». ¿Debemos interpretar que está dispuesto a impulsar unas relaciones más estables con las otras univer- sidades de Euskal Herria en el ámbito de la movilidad estudiantil, investigación, normalización lingüística...?

Es muy importante para nosotros colaborar con todo tipo de universidades pero hay unas que comparten con nosotros un tesoro, que es el euskara y su uso en la actividad docente e investigadora. Para nosotros, ese tipo de universidades son significativas y queremos establecer acuerdos. Ya hay acuerdos, ya se realizan actividades y queremos seguir impulsándolas.

¿Mejorar esas relaciones?

Sí. Sería ideal poder contar con un marco institucional que nos lo permitiera, pero también es muy importante tener las relaciones departamento a departamento, grupo de investigación a grupo de investigación, en másteres, en acciones para generar material docente, aportaciones en el ámbito de programas de doctorado conjunto. Todo eso se puede hacer a otra escala, al margen del nivel alto, a escala de investigadores, y se pueden construir en los dos caminos y a veces es más fácil organizar estructuras comunes en la base que en las direcciones.

En su programa plantea realizar las gestiones necesarias para ampliar, mediante convenio con la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, la oferta de estudios a las personas presas en centros penitenciarios españoles. ¿Es usted optimista sobre el particular?

Nosotros dimos unos pasos significativos, como la puesta en marcha de un protocolo aprobado en Consejo de Gobierno. Fue recurrido en su momento y el recurso lo perdieron y, por tanto, está en vigor y es un protocolo que facilita el proceso de formación para alumnado recluso en centros penitenciarios. De hecho, lo estamos aplicando con alumnos y alumnas presos que se encuentran en Francia.

Lo veo complicado porque la situación política no favorece. Nosotros sí tenemos dados los pasos para que no se repitan situaciones como las que sucedieron en el pasado y que el proceso se lleve con rigor académico y con un procedimiento sin posibilidad de que haya tacha.