El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, autorizó al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) a que inicie «todas las acciones necesarias para realizar un debate nacional» y poder aprobar la enmienda constitucional que permita su reelección.

«Hace un año, pensaba no insistir más en el tema. Pero, viendo lo que está pasando y la gran amenaza al pueblo por estos fascistas -en alusión a los gobernadores y alcaldes de la oposición-, les digo que Chávez no se va; Chávez se queda», subrayó en un mitin celebrado en Caracas. Precisamente, ayer ordenó la salida del cónsul de Colombia en Maracaibo, Carlos Galvis, tras acusarle de participar en planes contra el Gobierno.

Venezolana de Televisión difundió una conversación telefónica en la que supuestamente Galvis le decía a un asesor del presidente Álvaro Uribe que estaba contento por el resultado de las elecciones y auguraba la cooperación con los gobernadores opositores, que vencieron en cinco estados, entre ellos Zulia, Miranda y Carabobo.

Chávez resaltó que está dispuesto a «recuperar esos espacios importantes». Negó que el PSUV saliera «debilitado» de los comicios, ya que ganó la mayoría de las alcaldías del país. «Las pérdidas sufridas no opacan para nada la gran victoria revolucionaria del 23 de noviembre a todos los niveles; gobernaciones, alcaldías y consejos legislativos regionales», sostuvo. No obstante, abogó por hacer «una autocrítica constructiva, profunda y permanente».