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Los rojillos salen goleados de La Rosaleda

Recobrando el nivel de mediocridad

Los de Camacho volvieron a ofrecer su cara más gris, sólo maquillada por una efímera igualada con goles de Nekounam y Miguel Flaño que ni siquiera consiguieron mantener pese a que las dianas rojillas llegaran cuando sólo faltaban diez minutos para acabar el choque.

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MÁLAGA 4

OSASUNA 2

Natxo MATXIN | IRUÑEA

Por si había algún optimista despistado que pensaba que lo del Almería era el inicio de una hipotética remontada clasificatoria, el patético juego que desplegaron los rojillos en La Rosaleda desde el pitido inicial despejó cualquier atisbo de esperanza. Y eso que pese a la triste imagen que ofrecieron los de Camacho, el desánimo pudo convertirse en alegría en los mágicos minutos 80 y 81, pero ni ese momentáneo punto lo supieron gestionar, encima con la acuciante necesidad que hay de sumar para salir del fondo de la tabla.

Por esos caprichos del fútbol, Osasuna estuvo en un tris de arañar un empate, pero, no nos engañemos, no era para nada merecido a la vista de los méritos acumulados por unos y por otros. De su fragilidad mental y deportiva habla muy bien el hecho de que no consiguiera amarrar esa igualada a falta de diez minutos para el final y que, apenas tres después, su rival consiguiera volver a ponerse por delante en el marcador.

Ciertamente había que ser un poco iluso para esperar que se firmara una segunda victoria consecutiva cuando la escuadra navarra, con muchas mejores sensaciones, la temporada pasada no consiguió encadenar tal bagaje positivo. Pero tampoco cabía esperar que se estuviera tan nefasto en el apartado defensivo -uno de los mejores de la categoría-, encajando hasta cuatro goles de una tacada, a pesar de que el Málaga viniera destacando por su capacidad anotadora en sus últimos envites.

Dos de las dianas llegaron en jugadas de contragolpe -más admisible la última por aquello de que el conjunto navarro estaba volcado y sin nada ya que perder-, otra por un claro penalti generado tras un saque de banda y la única disculpable por mor de la mala suerte, el 3-2 que golpeó en la pierna de Oier.

En cualquier caso, el nivel de mediocridad se extendió a todas las facetas del juego rojillo, incluida la capacidad de reacción de un míster que llegó para eso, para reactivar a un grupo que, según se llegó a afirmar, había entrado en una dinámica muy peligrosa, pero que no sólo no ha sabido frenarla, sino que incluso da muestras de una acuciante aceleración.

Prestaciones cada vez menores

Uno se puede hacer una idea de lo que pensaría el respetable que ayer se sentó frente a la pequeña pantalla o pegó su oreja a la radio con la ilusión de que amainara la tormenta y se vislumbrara un horizonte esperanzador y seguro que la gran mayoría coincidimos en que las prestaciones rojillas sobre el campo se van reduciendo de manera alarmante a medida que avanzan las jornadas.

No dio otra sensación Osasuna ante un Málaga que en los primeros compases del choque no pareció ser el temible enemigo que durante la segunda parte acabaría endosándole cuatro goles. Más bien al contrario, los de Tapia mostraron ciertas carencias en la medular, en forma de constantes huecos que cualquier otro equipo hubiera sabido muy bien aprovechar para manejarse con soltura de cara a hilvanar peligro hacia la portería contraria.

Sin embargo, los rojillos no estuvieron por la labor de sacar tajada de esta circunstancia, cayendo en constantes errores a la hora de combinar, buscando siempre el pase más complicado, y protagonizando constantes pérdidas de balón sin que de por medio hubiera una presión asfixiante de los locales.

De esos numerosos errores, de la irregularidad de hombres esenciales -Puñal no fue el mismo que ante el Almería-, de la inexistencia de profundidad por banda -Masoud haciendo la guerra por su cuenta hasta que se dio cuenta en el tramo final del partido que lo mejor que se le da es combinar con rapidez- y de la falta de punch de la delantera -Portillo volvió a ser ese jugador blandito-, comenzó Osasuna a cavar su propia tumba, que estuvo lista para acoger al cadáver tras el paso por vestuarios.

Puestos a sacar algún detalle positivo de tanta medianía, habrá que quedarse con la «coincidencia» de que la efímera y, a la postre, inservible reacción rojilla llegara con los tardíos cambios de Kike Sola y Delporte, que le dieron otra actitud y mordiente cada uno en su parcela. Con sólo esos minutos, se merecen un hueco en el once.

Camacho: «Hemos pecado de una inocencia terrible sin terminar de cerrar el partido»

José Antonio Camacho fue muy crítico con lo que vio de los suyos sobre el césped de La Rosaleda, especialmente por no afrontar el partido desde el inicio con la idea de traerse los tres puntos y por no cerrar el encuentro cuando al menos pudo conseguir un empate inesperado.

«Hemos pecado de una inocencia terrible, con el 2-2 teníamos que haber machacado y, en cambio, nos han hecho el tercer gol en una contra, algo que no puede ocurrir fuera de casa cuando el marcador te resulta favorable. No hemos sabido matar el partido y el Málaga ha estado mucho más listo», explicó contundente.

Nada es fruto de la casualidad. Esa candidez de la que habló el técnico murciano es la que ha arrastrado a Osasuna a las cavernas. «Si estamos ahí abajo es por todos estos problemas», subrayó el de Cieza, quien de manera sincera, reconoció que su equipo «da otra imagen fuera de casa y, desde el primer momento, he sido consciente de que el equipo no tenía opciones de ganar».

Como muestra, un botón, la jugada del penalti y el posterior 1-0. «Previamente hacemos una falta innecesaria, perdemos el balón y nos dormimos. Desde luego que nos ha faltado un poquito más, sobre todo a la hora de dar más sentido al balón cuando lo recuperábamos y no perderlo tan rápidamente», ahondó.

Para no dar una imagen excesivamente negativa, el preparador rojillo señaló que «quedan muchísimos partidos todavía, no se ha llegado a la primera vuelta y en la segunda todos los equipos también vamos a tener muchos problemas», aunque no pudo reprimir un «siempre vamos a remolque y para una vez que nos habíamos recuperado...». GARA

Osasuna conocerá hoy su rival en los octavos coperos

Osasuna conocerá hoy en el sorteo que se celebrará a las 13.00 quién será su rival copero en los octavos de final, una eliminatoria que se disputará el 7 y 14 de enero. El bombo también determinará los posibles cruces que se producirán en cuartos, que se jugarán el 21 y 28.

Cuatro goles para «celebrar» su partido 200

A Ricardo no le quedó otro remedio que «celebrar» su partido número 200 en Primera División -112 con la camiseta rojilla durante cuatro temporadas- encajando cuatro goles. A decir verdad, poco pudo hacer el cancerbero madrileño en cada uno de ellos.

Camacho, sin suerte en el campo donde debutó

José Antonio Camacho no tuvo suerte en La Rosaleda, el campo que le vio debutar como jugador profesional allá por el año 1974. Hasta ayer, el técnico murciano no se había medido a la escuadra malacitana en su trayectoria técnica, por lo que ya acumula una derrota.

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