Festival de San Andrés
Xala se aprovecha de un Irujo desubicado fuera de la jaula
El de Lekuine rompió el partido con un juego vibrante y muy directo mientras que el de Ibero, algo deshabituado al parejas, disputó un partido muy discreto.
Koldo AKORDARREMENTERIA | EIBAR
Con la excusa de la festividad de San Andrés, Aspe organizó para el día de ayer un encuentro muy atractivo que hizo que mucha gente se acercara al frontón Astelena de Eibar. Más allá del interesantísimo cartel que se colgó para anunciar el festival -al margen de Laskurain, los otros tres han logrado calarse txa- pelas en distintas modalidades-, el cebo real en el día de ayer estaba en la figura de Juan Martínez de Irujo.
El bravo delantero de Ibero volvía a disputar un encuentro de alta competición, una semana después de lograr el billete para la final del Cuatro y Medio, y a falta de ocho días para el gran día. Su objetivo era, por supuesto, ganar. Pero ante todo, no sufrir ningún daño que pudiera traerle consecuencias de cara a la final del lunes que viene. «He acabado bien», dijo al acabar el partido. Buena noticia.
Los colorados se llevaron un duelo, en el que partían como favoritos. Xala, que estuvo acertadísimo, fue el más activo del encuentro, para bien y para mal -15 tantos conseguidos y 7 pérdidas-. Consiguió dinamitar el partido en todas y cada una de sus intervenciones, y anduvo muy atinado, tanto de aire como a bote. Irujo, que se encontró algo desubicado, poco pudo hacer ante el empuje y el ímpetu con el que entraba el delantero labortano. Mientras tanto, Laskurain firmó un partido muy serio, que quedó oscurecido por los fallos que cometió en la recta final del encuentro.
Como se podía esperar, Irujo y Barriola fueron los menos entonados del partido. El normalmente regular pelotari de Leitza anduvo sin confianza y muy fallón, e Irujo era atropellado una y otra vez por los pelotazos de Xala. Nada fuera de lo normal.
Las costumbres
Y es que si algunos pensaban encontrar en el partido de ayer una vara de medir el estado físico de Irujo, estaban equivocados. Sacar conclusiones en este tipo de situaciones es peligroso, ya que la diferencia entre una modalidad y otra es abismal. Cuando uno lleva tantas semanas entrenando e interiorizando un modo de juego orientado al Cuatro y Medio, es tarea muy complicada mentalizarse para cambiar todos los esquemas del juego que se han ido labrando.