Con la presente, Osasuna suma su trigesimoprimera temporada en Primera División y, de no cambiar mucho las cosas, puede ser la última de la primera década del siglo XXI. Los fríos números no entienden de sentimentalismos y, si bien es cierto que la salvación se encuentra a sólo cuatro puntos, la historia de la escuadra rojilla en Primera División indica que éste es el peor primer tercio liguero de su trayectoria en la máxima categoría del fútbol estatal.

Los escasos ocho puntos que suman los de Camacho en su casillero sólo pueden ser comparables a los también paupérrimos nueve que sumaba en la 2000-01, la del regreso a Primera División, por aquel entonces con un empate más. La similitud de cifras, sin embargo, deja en mal lugar a la actual plantilla, pues no en vano se ha venido perseverando en que ahora se disponen de muchos más kilates en el vestuario, tal y como insistió la junta directiva tras la asamblea anual. Desgraciadamente, los resultados siguen demostrando que la sobrevaloración del plantel de la temporada 2008-09 es un hecho palpable.

Malos inicios en los 80

También en el periplo rojillo de los años 80 por la Primera División hubo malos inicios, pero con matices respecto a la campaña que ahora está en disputa. Para empezar, en aquella década había dos equipos menos en la Liga y las victorias contabilizaban con dos puntos.

Así, en la 1985-86, y haciendo una equivalencia aproximada de jornadas, en la undécima, Osasuna reunía seis puntos, gracias a dos victorias y otros tantos empates. Era el tercer año de Ivan Brzic y sus números podrian corresponderse a los actuales si se hiciera una traslación del sistema de puntuación que se aplica hoy día.

El técnico serbio corroboró una campaña después que lo suyo no eran los inicios y que su etapa osasunista llegaba a su fin. Brzic apenas firmaba una victoria en la 1986-87 y nada menos que seis empates. Para él, la jornada número 11 fue fatídica, pues perdió en casa contra el Sporting y ello precipitó su despido. En aquella ocasión, el cambio de inquilino en el banquillo sí propició la reacción buscada.

Goles anotados y encajados

Como no podía ser de otra manera, el poco poder ofensivo y el mal bagaje defensivo fueron en aquellas campañas, al igual que en la actual, factores determinantes para que el conjunto rojillo habitara en las profundidades de la clasificación. En el primer apartado destaca la mencionada 86-87. La sequía goleadora propiciaba una media de casi 0,4 dianas por partido frente a los 0,6 que se vienen firmando durante la presente.

En lo que se refiere al segundo aspecto, hasta la goleada en Málaga, los navarros eran la tercera escuadra menos goleada, que ahora suscribe algo más de 1,2 goles encajados por encuentro. La palma del inicio liguero con peor bagaje defensivo se la lleva la también citada 2000-01, con una veintena de tantos encajados en los trece primeros envites disputados.

El contrapunto a todos estos aciagos arranques lo puso la 2005-06, que acabaría con una histórica cuarta plaza y la clasificación para la previa de la Champions League. A estas alturas de temporada, Osasuna estaba empatado a 28 puntos en la cabeza de la tabla con el que actualmente también es líder, el Barcelona.