El pivote José Luis Cabrera parece estar gafado desde que llegó al Alavés y en el entrenamiento de ayer sufrió su tercera lesión que, sin ser tan grave como las anteriores, podría tenerle entre dos y tres semanas en el dique seco. El futbolista madrileño, que ya estuvo lesionado con anterioridad por una rotura muscular en una pierna, recayó ayer en la otra extremidad inferior, tras sufrir un pinchazo seguido de una micro-rotura de fibras en uno de los aductores, lo que es compatible con esa citada rotura fibrilar.

Además, el jugador procedente del Almería ya había sufrido otra gravísima lesión de ocho meses de duración apenas llegar al club gasteiztarra a primeros del mes de febrero del presente año, coincidiendo con el partido de su debut con el equipo alavesista en el campo malagueño de La Rosaleda.

Nunca llegan las lesiones en buen momento, pero ésta es especialmente inoportuna, ya que vuelve a frenar al jugador ahora que estaba adquiriendo el ritmo de competición y porque era el principal candidato a suplir al sancionado Martín Astudillo ante el Nastic.

Con el argentino castigado, Garitano es el único pivote disponible y habrá que ver si Salmerón apuesta por retrasar a Emilio a esa posición, ya que parece demasiado apresurado para que reaparezca Natxo Garro, que lleva un par de semanas entrenando con el grupo.

Por otro lado, según algunas informaciones, el club se habría interesado por el organizador Pablo de Lucas, del Sporting.