Esquí
Las nevadas de otoño propician una temporada invernal de ensueño
Las copiosas nevadas que hemos tenido en otoño han permitido a varias estaciones de esquí comenzar la temporada mucho antes de lo esperado. Un hecho que adquiere mayor importancia tras dos años en los que el blanco elemento no nos visitó todo lo que hubiéramos querido.
Asier AIESTARAN
Tras dos temporadas con escasas precipitaciones y temperaturas sorprendentemente altas, este verano las estaciones de esquí no han dudado en volcarse para potenciar los sistemas de nieve artificial. El objetivo no era otro que cubrirse las espaldas, ya que la preocupación por el «cambio climático» llegaba a las más altas esferas, que hasta ahora no se habían caracterizado precisamente por sus profundas preocupaciones medioambientales. Dos campañas en las que lucir el bronceado ha tenido bastante más éxito que disfrutar de las bondades de la nieve recién caída obligaban a ser precavido incluso al aficionado más entusiasta.
Pero, lo que suelen ser las cosas, cuando mayor era la preocupación por la escasez de nieve y la cautela dominaba todas las declaraciones previas a la apertura de la nueva temporada, el otoño ha dejado copiosas nevadas en la mayoría de cumbres de nuestro entorno y ha hecho posible que varias estaciones abrieran sus puertas muchísimo antes de lo inicialmente programado. Masella y Alto Campoo se llevaron la palma comenzando la campaña allá por el 8 de noviembre. Diferentes estaciones como Formigal -con 8.500 visitantes en su estreno una semana más tarde-, Andorra al completo o Cauterets han ido arrancando el motor poco a poco durante el mes pasado. Este último fin de semana ha servido para coger vuelo y dar por comenzada una temporada que promete muchas jornadas de esquí.
Entre la ilusión y la precaución
«La palabra que describiría las primeras sensaciones que nos produce este inicio tan temprano es «ilusión». Gracias a la nieve que ha caído en las estaciones del Grupo Aramón, se ha podido adelantar la temporada en alguna de ellas, como en Formigal, que inauguró la nueva campaña de esquí el 15 de noviembre, con más de 8.500 esquiadores en el primer fin de semana de la temporada. La estación turolense de Valdelinares pudo abrir el sábado 22 con más de 1.000 esquiadores. Este inicio más tempranero nos permite augurar una temporada larga, de mucha nieve y cargada de ilusión», comenta Marta Iglesias, del Área de Comunicación del Grupo Aramón, que agrupa en su seno a cinco estaciones aragonesas (Formigal, Cerler, Panticosa, Valdelinares y Javalambre).
De hecho, y viendo que las precipitaciones han sido tan generosas, los aficionados han tenido que rastrear bien el estado de las principales estaciones para saber cuáles se ponían en marcha y cuáles no. Desde Aramón nos comentan que poder comenzar la temporada antes de lo esperado siempre es positivo para poder cumplir las previsiones del curso: «En realidad, la temporada se comienza mucho más animada, puesto que el disponer de muy buenos espesores en las estaciones tan pronto, es una inyección de energía para trabajar toda la temporada con muchas ganas. La nieve es la base de cualquier centro invernal y, desde luego, el poder abrir antes siempre es mucho más esperanzador».
De todos modos, y aunque más de uno ya habla de una «temporada histórica», las estaciones del Pirineo prefieren mantener la cautela para evitar caer en la frustración si las previsiones no se cumplen. «No se puede hablar de «temporada histórica» cuando ni siquiera ha comenzado en alguna de las estaciones. Lo que sí que nos permite es ser optimistas, pero como siempre, dependemos del tiempo», apuntan desde Aramón.
El descenso y el tobogán más largo
Como es lógico, las estaciones están obligadas a renovar su oferta para seguir contando con la fidelidad de sus clientes. En ese sentido, además de los sistemas de nieve artificial que ya hemos comentado, siempre hay novedades curiosas que pueden decantar la elección hacia un complejo invernal u otro. Se podrían englobar las ofertas en dos grandes factores: precios o modalidades de forfait, y nuevas instalaciones.
En el primer paquete destacaríamos el novedoso forfait conjunto que han sacado Aramón y N'PY, que permite acceder a las doce estaciones que suman entre los dos grupos: a las cinco citadas anteriormente se añaden Peyragudes, Piau, Domaine du Tourmalet, Pic du Midi, Luz-Ardiden, Gourette y La Pierre St-Martin. El bono cuesta 799 euros para los mayores, 639 en su versión infantil, y da acceso a un total de 188 remontes y 562 kilómetros esquiables divididos en 448 pistas.
En cuanto a infrestructura, son pocas las estaciones que no estrenan algún remonte, telesilla o restaurante. En ese sentido, las novedades que más nos han llamado la atención son el descenso «Cerler 9 Km», probablemente el más largo del Estado español, con un recorrido que parte en Gallinero, a 2.630 metros, y finaliza en Cerler, a 1.500. Y el «Tobotronc» de La Rabassa (Andorra), el remonte mecánico por cable más largo del mundo con un desnivel de 400 metros.
¿Afectará la crisis?
Pero por mucho que el esquí se siga relacionando todavía con las clases de mayor poder adquisitivo, el mundillo de la nieve no se puede obviar el hecho de que estamos inmersos en la famosa crisis económica. Por tanto, la pregunta es obligada: ¿Se notará la famosa crisis en las estaciones de esquí? Desde Aramón reconocen que no son ajenos a esta difícil situación: «Hemos hecho un importante esfuerzo por minimizar el impacto de la crisis en los esquiadores. Una de las medidas que hemos tomado es incrementar sólo de media el IPC en el precio de los forfaits. Además, hemos creado paquetes de esquí, alquiler, clases y comida a precios reducidos o también ofertas destinadas a colectivos, grupos, debutantes y familias».
Y es que parece evidente que los deportes de nieve, en general, y los de descenso, en particular, se han ido socializando poco a poco durante los últimos años. La irrupción del snowboard, sobre todo entre los más jóvenes, o las distintas modalidades freestyle, que van cogiendo cada vez más peso, son el mejor ejemplo de ello. Para todos esos aficionados, por lo tanto, nada mejor que desearles una buena temporada de nieve y dejarles con el consejo que nos mandan desde Aramón, que se puede aplicar a cualquier estación: «Que disfruten de las estaciones como lo que son: centros de ocio en la nieve». ¡Que así sea!
Aunque en los últimos años no ha tenido el mismo auge que ha tenido la modalidad alpina, el esquí nórdico o esquí de fondo también cuenta con muchísimos adeptos por estos lares. No en vano, la única estación de esquí que tenemos en Euskal Herria ofrece la posibilidad de realizar esta actividad. No es otra que Larra-Belagua, que se presenta ahora al público bajo el nombre de Navarraski. Se trata de unos 20-30 kilómetros de pistas en total, divididas en distintas zonas de diversas altitudes cada una, y que, por ello, puede presentar condiciones de nieve muy diferentes entre sí.
Las más cercanas al pueblo de Isaba, concretamente a doce kilómetros, son las pistas de La Mata de Haya o Rincón de Belagua. Están a unos mil metros de altura, por lo que no suelen tener nieve esquiable muy a menudo. Siguiendo la carretera, a unos seis kilómetros y a 1.400 m de altura, se encuentran las pistas de Eskilzarra. Ubicado en las inmediaciones del Refugio de Belagua, este circuito consta de pistas de todos los niveles. Más adelante, a unos cuatro kilómetros y llegando a los 1.600 metros de altura, llegaremos a la zona de El Ferial-Zampori. Esta zona, por estar orientada al norte, goza de mejor innivación y es por ello el área más utilizada habitualmente. Esta zona de El Ferial está enlazada con las pistas de Eskilzarra a través de la zona de Bortuzko, formando un conjunto esquiable de unos 20 kilómetros. Por último, un poquito más adelante, estarían los circuitos de La Contienda, que suman unos 5 kilómetros de pistas.
Aunque todavía no han informado sobre espesores, el precio del forfait es de 9,50 euros (una jornada) o de 90 (la temporada entera). Más información en www.navarraski.com
La estación aragonesa de Formigal (en la imagen) acogió a 8.500 personas el primer día que abrió sus puertas, allá por el 15 de noviembre.