Un perro como los demás
«Bolt»
La gran apuesta de Disney para las Navidades es «Bolt», un largometraje de animación en 3-D dirigido a los más pequeños. Cuenta las aventuras de una estrella canina de la televisión que se cree su papel.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Disney quiere dominar también el mercado de la animación por ordenador para los más pequeños, apoyándose en su nuevo supervisor John Lasseter, al que tiene en plantilla desde la absorción del estudio Pixar, que se encarga de las producciones más adultas y de mayor valor artístico. «Bolt» era en origen un proyecto de Chris Sanders, el creador de «Lilo y Stitch», que lo había bautizado como «American Dog». Cuando Lasseter llegó a Disney, empezó a hacer cambios y una de sus víctimas fue Sanders, a quien el quitó la película de las manos modificando el argumento y el título. Se supone que el primitivo guión contenía excesivas referencias a Hollywood y un tono sombrío, inadecuado para la tierna audiencia a la que iba dirigido. Por eso, Lasseter pensó que sería mejor que el superperro protagonista tuviera como compañeros de aventuras a otras inocentes mascotas animales: una gata y un hamster fan suyo.
La finalidad de «Bolt», porque todas las películas de Disney tienen intenciones aleccionadoras, es la de ayudar a los niños y niñas a distinguir entre la realidad y la ficción, justo ahora que están expuestos a un constante bombardeo de mensajes engañosos para ellos por parte de los medios de comunicación. Bolt es una estrella canina de la televisión que protagoniza una serie sobre un perro que tiene superpoderes, mediante los cuales siempre salva del peligro a la niña que lo adoptó cuando apenas era un cachorro. Lo malo es que Bolt se cree su personaje, hasta que un buen día se extravía y conoce la realidad del mundo exterior y la suya propia, comprobando que es un perro como los demás, despojado de habilidades o facultades extraordinarias. Fuera de la protección de la televisión, Bolt queda desamparado y acaba siendo enviado por paquete postal a Nueva York. Una vez allí, y en compañía de animales callejeros, tratará de regresar a Los Ángeles cruzando los EE.UU. de costa a costa. El viaje permite recorrer exteriores conocidos bajo una perspectiva diferente, como cuando llegan a la deslumbrante ciudad de Las Vegas, con las dificultades que supone para las mascotas adaptarse al mundo de los humanos. Aunque la película es muy visual contiene bastante diálogo, a fin de que los mayores que acompañan a los menores puedan también entrar en el argumento que, en cualquier caso, nunca deja de ser infantil. No hay una ambición creativa como en las obras de Pixar, pero el mimo puesto en la producción es suficiente para que resulte superior a las realizaciones de la competencia.