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Clásicos en blanco y negro: con faldas y a lo loco

IIratxe FRESNEDA

Periodista y profesora de Comunicación Audiovisual

Nos situamos en los felices años veinte. Dos músicos, Jack Lemmon y Tony Curtis, tras presenciar la matanza del día de San Valentín, en Chicago, deciden huir transformándose en mujeres y uniéndose a una orquesta femenina que se dirige rumbo a Florida. Ambos descubrirán que no todo es tan sencillo como disfrazarse, convertirse en mujer puede llegar a ser algo complicado...

El 5 de febrero de 1959 comenzaba el rodaje de «Con faldas y a lo loco» y, en el equipo había unos cuantos personajes que destacaban de los demás: Monroe, el diseñador de vestuario Orry Kelly y los actores Lemmon y Curtis. Con tal paisanaje, los cotilleos y leyendas sobre aquella producción surgían por doquier. De Marilyn cuentan que, durante una de las pruebas de vestuario, Orry Kelly entró en su camerino para tomarle medidas y, mientras pasaba la cinta métrica alrededor de sus caderas, le comentó pizpireto: «Tony Curtis tiene un trasero mejor que el suyo, señorita Monroe...». Entonces, (esto forma parte de la leyenda) ella se desabrochó la blusa y le replicó, furiosa: «¡Pero seguro que no tiene unas tetas como éstas!». Al parecer, la diva no tenía contento a casi nadie. Curtis se quejaba incluso de su forma de besar. Durante una entrevista, le preguntaron qué sintió al besarla. Él respondió: «Fue como besar a Hitler». Frustraciones aparte, «Con faldas y a lo loco» es una parodia genial, a pesar de que Wilder, su director, afirmara en su día que «en lugar de `Con faldas y a lo loco', debí realizar un corto con mensaje morboso. Entonces, si la fotografía estuviera un tanto desenfocada, seguro que hubiera conseguido el segundo premio en el Festival de Cine de Zagreb». Escrita junto a su inseparable compañero guionista L.A. Diamon, las referencias a la ley seca o a los ídolos del momento, como Rodolfo Valentino, encajan en un guión sin fisuras fruto de la colaboración entre ambos genios. Por fin Wilder había encontrado a alguien con un sentido del humor similar al suyo, alguien con el que dibujar un guión plagado de diálogos con doble sentido, sarcasmo y repleto de sorpresas. Juegos sobre la identidad de genero, la guerra de los sexos, la ambigüedad... Merece la pena ser recordada, aunque nada ni nadie sean perfectos, ni siquiera Wilder.

DEBUT

«Bolt» marca el debut directoral de Chris Williams y Byron Howard, dos veteranos de la factoría Disney. Han sido los animadores de «Evasión en la granja» o «Lilo and Stitch».

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