Putin amenaza con cortar la entrega de gas si Ucrania no salda su deuda
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, amenazó ayer con cortar el suministro de gas a Ucrania si ésta no salda sus deudas con la corporación rusa Gazprom, que ascienden a más de 2.400 millones de dólares. Gazprom confirmó el domingo haber recibido una parte de la cantidad adeudada y advirtió de nuevo a Kiev con una subida draconiana de los precios si la totalidad de la suma debida no era abonada antes del 1 de enero de 2009.
GARA |
«Si nuestros socios no cumplen con los acuerdos o como el pasado año sustraen ilegalmente gas, tendremos que cortar el suministro», amenazó Vladimir Putin. El primer ministro ruso se refería así a la liquidación de las deudas pendientes por parte de Ucrania con la corporación rusa Gazprom, que suman un total de 2.408,9 millones de dólares, para asegurar su abastecimiento.
Putin adelantó que «próximamente Rusia informará con detalle sobre este asunto a los clientes europeos», aunque se mostró confiado en que «no habrá problemas con el tránsito de los hidrocarburos a los consumidores en Europa Occidental».
A finales de 2005 y principios de 2006, el corte en el suministro de gas a Ucrania por parte de Gazprom colocó en una delicada situación a los países de la Unión Europea (UE), que reciben de Rusia una tercera parte de sus necesidades. La casi totalidad del gas ruso destinado a la UE pasa por territorio ucraniano.
«No se trata de poco dinero ni para Gazprom ni para el país, en general. No hay mercancías gratuitas, hay que pagar», dijo.
A su vez, recordó que Ucrania recibe el gas a «casi la mitad de precio que Europa» y que ambas partes han acordado pasar gradualmente a «precios de mercado».
2.400 millones
En concreto, la sociedad energética ucraniana Naftogaz debe a Rusia por los suministros de gas 428,7 millones de dólares por setiembre, 798,6 millones por octubre y 834,5 millones por noviembre, más los 347,1 millones de dólares en concepto de multas, que suman un total de 2.408,9 millones de dólares, según fuentes citadas por la agencia Interfax. El importe total de las deudas sigue discutiéndose, porque Ucrania ha impugnado algunas de las multas que Gazprom quiere imponerle por los retrasos en que ha incurrido.
Moscú y Kiev alcanzaron recientemente un acuerdo en virtud del cual Rusia no comenzaría a cobrar el gas a Ucrania según los estándares europeos de mercado hasta 2011.
Sin embargo, la corporación rusa Gazprom advirtió de que la principal condición para mantener a Ucrania este periodo transitorio de dos años es el pago incondicional de sus deudas, y amenazó con imponer a partir de enero a Kiev el precio de mercado, de alrededor de 400 dólares por cada mil metros cúbicos de gas. Actualmente, Ucrania paga 179,5 dólares por esa cantidad de gas.
«Hemos recibido los primeros pagos, pero todavía no se ha satisfecho la suma total sobre la que nos habíamos puesto de acuerdo», señaló el domingo Serguei Kouprianov, portavoz de Gazprom.
«Nuestro objetivo es que todas las cuestiones pendientes con nuestros colegas ucranianos estén resueltas antes de Año Nuevo», agregó.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso declaró que la decisión de la OTAN de relanzar el diálogo con Rusia, paralizado a raíz de la guerra de Osetia del Sur, supone una «vuelta a la realidad» por parte de la Alianza. «Pese a que este proceso va acompañado de una serie de condiciones, creemos que la OTAN ha vuelto a unas posiciones realistas», indicó en una nota.
La mayoría de países miembros de la OTAN «no se han dejado arrastrar por los intentos de revivir la supuesta amenaza por parte del Este, en un espíritu propio de la Guerra Fría, y son conscientes de que la ausencia del diálogo con Rusia acerca de los problemas clave de la seguridad es contraproducente», añadió.
Además, estimó que la no admisión de Georgia y Ucrania en el Plan de Acción Individual (MAP), rechazando darles el estatus de candidato al ingreso al considerar que todavía necesitan acometer reformas políticas y militares, es un reflejo de que la OTAN «entiende los riesgos derivados del intento de arrastrar de forma apresurada a estas naciones hacia la Alianza». Recordó también que la OTAN no hizo nada para «prevenir la aventura» militar de Georgia contra Osetia del Sur, y «tomó una posición unilateral a favor de Tbilissi».
Al respecto, Kiev y Tbilissi expresaron su satisfacción por la decisión de la Alianza de reforzar su cooperación y apoyar con «pasos prácticos» las reformas necesarias para su ingreso en la OTAN.
El embajador ruso ante la Alianza, Dimitri Rogozin, calificó ambas decisiones de la OTAN de «previsibles» para Moscú, que las acoge, dijo, con «optimismo cauto».
