Los quebequenses están llamados hoy a las urnas para elegir a su Gobierno, después de una semana en la que la campaña electoral ha estado eclipsada por la crisis política en el Parlamento federal de Ottawa. Por primera vez desde hace cerca de 40 años, la independencia de Quebec no es el eje de estos comicios.

Esta crisis, la más grave de la historia de Canadá, la provocó la intención de los partidos de la oposición de derribar al Gobierno del primer ministro conservador y minori- tario, Stephen Harper, para sustituirlo por una coalición, menos de dos meses después de su reelec- ción. Para evitar la caída de su Gabinete, Harper suspendió las actividades del Parlamento hasta finales de enero para eludir la presentación de una moción de censura.

La crisis de la última semana en Ottawa parece haber beneficiado al liberal Jean Charest, primer ministro del Gobierno minoritario de Quebec, según los sondeos.

Charest ha convocado a 5,7 millones de quebequenses a unas elecciones anticipadas, al asegurar que necesita un «mandato claro» para enfrentar la crisis económica. Según las encuestas, el primer ministro podría lograr la mayoría en la Asamblea quebequense.