Derrota en Illunbe ante ViveMenorca
Éstas son las derrotas que se lamentan en caso de descender
Isaac López no atinó con el triple de la victoria, pero el mayor error de los guipuzcoanos fue que saltaron a la cancha dormidos. Los de Laso pagaron en el cuarto final el esfuerzo por remontar 16 puntos.
BRUESA GBC 73
VIVEMENORCA 74
Arnaitz GORRITI | DONOSTIA
Uno no pretende ser pájaro de mal agüero y, por supuesto, desea que Bruesa GBC se mantenga durante años en la élite del baloncesto en Europa, que es la ACB. No obstante, derrotas como la cosechada ayer ante ViveMenorca son de las que duelen de verdad en caso de descenso. ViveMenorca es un rival directo que adelanta al equipo guipuzcoano y que, cuando llegue la hora de la verdad, podrá valerse del 73-74 de ayer para sacar la cabeza, mientras que los de Laso deberán procurarse sus victorias en plazas ajenas y ante rivales aparentemente no tan «tiernos» como los entrenados por Ricard Casas. Para más inri, hay que destacar que es el primer triunfo a domicilio que cosechaba el conjunto balear.
Se dice que el pecado trae consigo la penitencia. Desde luego, en el encuentro de ayer ese adagio se cumplió a rajatabla. Pese a conocer la importancia del envite, los hombres de Laso saltaron a la cancha de Illunbe dormidos, ajenos al parecer a lo que suponía la empresa. Así, aunque los donostiarras pudieron reaccionar, el esfuerzo realizado para ello les pasó factura en el peor momento.
El cuadro menorquín, guiado por el dúo Pooj Jeter y Bud Eley, parecía el de los Lakers del show time en un primer cuarto en el que la no-defensa y el no-juego fueron la nota predominante de los locales. El 13-26 con el que se acabó el suplicio lo dice todo.
Laso, una vez más superado por el entrenador rival, lo intentó todo, y halló su respuesta en Andy Panko. El alero de Harrisburg, junto con un Doblas peleón -al que los árbitros castigan hasta el exceso-, mantuvo a los suyos con vida, llegando al descanso con un esperanzador 30-34 en el luminoso.
De la remontada al reventón
El regreso de los vestuarios coincidió con los mejores minutos locales. Pronto se pusieron encima los donostiarras, en el que Popovic y Roe contribuyeron con sus puntos y aportaciones en facetas como el rebote o las asistencias. Pero el ViveMenorca es un equipo experto y supo mantenerse hasta encontrar su momento.
Pese a que los locales tuvieron una ventaja máxima de diez puntos el inicio del último período, 63-53, entre los Jeter, Stojic y un gran Urko Otegi, lograron poner el marcador a su favor, fruto del reventón físico de los guipuzcoanos. Fue el ala-pívot pasaitarra quien puso el 73-74 desde la línea de tiros libres, Aun así, Isaac López tuvo el triple ganador en su mano. Lanzó solo desde la esquina, pero se quedó corto. Ojalá Bruesa GBC pueda olvidarse de esta derrota.
Aún restan dos tercios de liga por jugarse, pero nunca viene mal saber dónde está el margen de error respecto a los dos últimos -a la espera de que se certifique si el descenso afectará únicamente al colista o si seguirán descendiendo dos-, sobre todo en el caso del Bruesa GBC.
Así las cosas, la derrota de ayer no costó tan cara al cuadro donostiarra, ya que dos de sus rivales directos, Cajasol y Murcia, también cayeron. De hecho, los de Laso permanecen en el puesto decimocuarto de la clasificación, empatados a tres victorias con Estudiantes y Murcia, mientras que Cajasol ocupa el farolillo rojo con un único triunfo después de doce jornadas.
El conjunto murciano cayó en su propia cancha ante el Pamesa de Neven Spahija por 68-75. El cuadro taronja mantuvo una ligera ventaja durante todo el partido, y fue capaz de dar el estirón necesario en el último cuarto. El trío exterior Williams-Douglas-Avdalovic lideró a los valencianos. Entre los tres anotaron 40 puntos.
El Cajasol de Pedro Martínez también perdía en San Pablo por 68-74 frente al FC Barcelona, en el que destacó otro trío de lujo: Ilyasova, Andersen y Basile.
A. G.
