Jakue Pascual Sociólogo
No me ves
Platón explica por medio de Gyges -el pastor que sisa el anillo de la invisibilidad al gigante de la cueva- que en toda persona anida un posible tirano. El Principio de Invisibilidad alude a la facultad que posee la política económica para negar la realidad de las crisis
El momento de las preguntas llega inexorable al aula. La intermitencia de los achises traspasa la neblina de tiza y el maestro chusquero estrella el puntero contra una mesa despistada. «Fulanito, ¿qué río pasa por Salamanca?». «El Guadalhorce, don Mateo». Un sopapo resuena delante de mis narices en la mejilla del desmemoriado. No muevo ni un músculo, no pestañeo. En la cabeza un ruego: «¡Oh Almiras, Maestro de la Invisibilidad! Tú que ocultas la tierra, el fuego y el aire tras el cubo, la pirámide y el octaedro. Te invoco para ser imperceptible». La campana anuncia el final de la clase. «Lo he conseguido, pienso. Soy invisible».
Platón explica por medio de Gyges -el pastor que sisa el anillo de la invisibilidad al gigante de la cueva- que en toda persona anida un posible tirano. El Principio de Invisibilidad alude a la facultad que posee la política económica para negar la realidad de las crisis. Y Los invisibles documentan para Médicos Sin Fronteras problemáticas como las de la picadura tse-tse o los niños soldado. ¿Qué oculta Griffin tras su cara vendada? «Le agradecería que no me metiera los dedos en el ojo».
Balestrini relata los años de plomo en Los Invisibles. Sin puntos, comas, ni concesiones: «dónde estáis cuando éramos mil diez mil cien mil no es posible que fuera no quede ya nadie». Monos Blancos para retirar «el biombo estructural que intenta cubrir a todos aquéllos que representan la otra cara» del capital. Pasamontañas zapatista. Sudaderas negras tiñen de sombras la noche griega. La tea anarquista de Exarchia incendia la democracia privada ateniense. Imagina que fueran ciertas las teorías conspirativas paranoides. Grant Morrison escribe en el umbral de la palabra según la conocimos. Los Archones contienden con Los Invisibles. Control absoluto o libertad eterna.
«¡Puedes verme! Nadie me ve. ¿Me escuchas? ¡Nadie me ve!» Soy lo que se oculta y lo que no se puede ver. Los mantos y anillos camuflan a Sigfrido, Frodo Bolsón y Harry Potter. James Whale adapta «The invisible man» al cine. Sue Storm es la Mujer Invisible en «Los 4 Fantásticos». La invisibilidad del malévolo Louis Crandell deja en evidencia su Zarpa de Acero. La supervivencia depende del mimetismo, del aposematismo y de la cripsis; lo saben el camaleón, el pez piedra, el insecto palo, el francotirador Vasily Zaitsev, Zeling-Woody Allen, David Bowie y Depredator.
Cazabombardero furtivo F-117 de baja visibilidad derribado sobre Belgrado. Colegios invisibles investigan el camuflaje óptico, el recubrimiento de objetos con una capa de plasmones, los metamateriales de refracción negativa y la imperceptibilidad acústica. Un invisible inicia una sesión en Yahoo y observa a quiénes están conectados sin que le vean. Tinta invisible y PGP, estenografía y criptografía. Escondemos información en sonidos e imágenes digitales portadoras.
«Soy el hombre invisible/ Increíble cómo puedes ver a través de mí/ Es criminal cómo veo a través de ti», canta Freddy Mercury. Un amigo invisible deja un papel en blanco en el buzón. Hay que calentar la tintura simpática para revelar donde se esconde el regalo. ¿Qué tendrá la invisibilidad que nos gusta tanto jugar con ella?