Secuestro de un recién nacido
Recuperado sano y salvo el bebé raptado en la maternidad de Orthez
El bebé de dos días secuestrado el martes a la tarde en la maternidad del hospital de Orthez fue recuperado por la Gendarmería de Pau ayer por la mañana en el domicilio de una mujer de 48 años que fue detenida. La llamada del hermano de la presunta raptora, a quien ésta telefoneó anunciándole que había tenido un bebé y que, tras haberse puesto en marcha el plan Alerta-secuestro, se había enterado del caso por los informativos, fue determinante para el rescate.
Arantxa MANTEROLA | BAIONA
En menos de veinte horas el recién nacido desaparecido el pasado martes de la maternidad del hospital de Orthez era rescatado ayer por la mañana por la Gendarmería en un domicilio de Billère, localidad cercana a Pau. La presunta secuestradora, una mujer de 48 años, fue detenida y está siendo interrogada.
El bébé que contaba con sólo dos días de vida cuando fue raptado de la habitación del hospital ha sido, según fuentes de la investigación, «bien tratado» y se encuentra bien.
La madre del pequeño, de 31 años y natural de Biarritz, dio la alerta hacia las 16.30 cuando, al salir del cuarto de baño, descubrió que su hijo no estaba en la cuna. El personal del hospital se puso inmediatamente a buscarlo por todas las estancias e, incluso, registraron los coches estacionados en el parking. Al no hallarlo, dieron parte a la Gendarmería que, a su vez, alertó a la Policía de Pau.
Para el atardecer, el plan Alerte enlèvement (Alerta-secuestro) estaba en marcha y un centenar de gendarmes de las secciones de búsqueda de Pau, Orthez y Maule habían sido movilizados.
Las primeras pesquisas señalaban ya a una mujer corpulenta, de entre cuarenta y cincuenta años, de tipo europeo, con cabello oscuro y corto que vestía un abrigo negro a quien varios testigos habían visto salir del hospital con un bebé en los brazos.
Llamamiento del padre
Sebastien Delgado, el padre de la criatura, lanzaba ayer por la mañana un conmovedor mensaje a través de los medios de comunicación rogando a quien hubiera robado a su hijo que lo devolviera cuanto antes: «Yo mismo he conocido fases de depresión en mi vida y sé lo que es eso. En esos momentos se es capaz de cualquier cosa. Nuestro hijo tiene hoy tan sólo tres días y necesita muchos cuidados. Su vida puede estar en peligro», manifestó prometiendo que si el niño era devuelto no habría represalias.
Prácticamente en el mismo momento en que Delgado hacía el llamamiento, los gendarmes penetraban en el domicilio de Billère y recuperaban al bebé.
La información facilitada por el hermano de la detenida fue determinante para encontrarlo. Ésta había telefoneado a su hermano, que es camionero en el departamento del Jura (cerca de la frontera alemana) anunciándole que había tenido un bebé, lo que levantó sus sospechas ya que no tenía noticias de que su hermana, que es madre de seis hijos, algunos de ellos todavía adolescentes, estuviese embarazada.
El transportista se había enterado del secuestro por los in-formativos y al ver que las características de la presunta secuestradora coincidían con las de su hermana, alertó a la Gendarmería.
Oposición y total rechazo
El bebé fue devuelto a sus padres ayer por la mañana, de lo que, además de electos y autoridades, todo el personal del hospital de Orthez se congratuló ya que el secuestro, el primero de esta naturaleza que ocurre en el departamento de los Pirineos Atlánticos, ha supuesto un auténtico shock para ellos.
Y es que, a pesar de este final feliz, este suceso ha puesto en cuestión el tema de la seguri-dad en los centros hospitala-rios. Y es que cabe preguntarse cómo puede ser que aún hoy pueda ser posible que una persona entre en la habitación de una maternidad y salga con un bebé en los brazos sin que nadie se entere.
Empezando por la propia ministra de Interior, Michèle Alliot-Marie, que felicitaba a la Gendarmería «por el trabajo tan bien realizado», las muestras de satisfacción fueron ayer numerosas. La ministra de Justicia, Rachida Dati, también felicitaba a los magistrados que han participado en las operaciones de búsqueda y en particular al procurador de la República de Pau que había tomado la iniciativa de activar el plan Alerta-secuestro que, según manifestó, «ha demostrado, una vez más, toda su eficacia».
Este dispositivo, aprobado en febrero de 2006, ha sido activado en muy pocas ocasiones. Concretamente la de este caso era la séptima vez que se ponía en marcha. El protocolo consiste en difundir a través de los medios de comunicación (radio, TV, prensa escrita) pero también de megafonías y paneles informativos de estaciones o autopistas los datos proporcionados por la Policía y la Fiscalía. Se trata de una alerta masiva para movilizar a la población de todo el Estado para que participe en la búsqueda de un niño secuestrado y de su posible raptor.
Las autoridades facilitan para ello un número de telefóno al que llamar para dar cualquier información.
Además del plan Alerta-secuestro, en esta ocasión también ha sido activado el denominado plan Epervier, destinado específicamente a coordinar las diferentes fuerzas del orden y el Ejército en su caso, así como los medios y material destinados a la operación de búsqueda de evadidos o presuntos criminales. A. M.