Acostumbrados a vivir esta temporada a la sombra de las excelencias de Prigioni, Rakocevic, Teletovic y Splitter, jugadores que han de ser importantes como el capitán Vidal, San Emeterio, el tocado Mickeal, McDonald e incluso el defenestrado Shakur reivindicaron su espacio para arreglar el desaguisado creado por los ayer desconectados primeros espadas, despejando de paso el camino a un posible liderato de grupo.

Con el pabellón vacío por el tiempo y un accidente en las inmediaciones, a los habituales les costó entrar en un inicio de partido indigno, sobre todo en defensa. A pesar de que el quinteto inicial era el de lujo, con la salvedad de la entrada de San Emeterio por el renqueante Mickeal, los pilares de otros días se tambalearon. Con Prigioni out, Rakocevic con el día tonto y Splitter perdido por las faltas personales, el Baskonia no se puso y el Olimpija aprovechó la desidia azulgrana para lucirse y llegar a ponerse 11-22.

Gastado sin éxito el recurso del tiempo muerto, Ivanovic comenzó a mover el banquillo y encontró en jugadores como el siempre implicado Vidal y el renqueante Mickeal, bien acompañados por San Emeterio, las piezas con las que arreglar el entuerto que habían creado otros.

Reacción fulgurante

Un buen par de minutos en defensa sirvieron para rebajar la desventaja a su mínima expresión al término del primer cuarto (25-27) y, una vez entrados en dinámica, los azulgranas arrollaron al equipo esloveno en un segundo antagónico en el que decidieron el partido.

Con Vidal, Mickeal y Shakur aprovechando la buena defensa para coger confianza al contraataque y McDonald como estilete, el 27-10 de parcial terminó con la endeble resistencia opuesta por un rival en descomposición -hoy oficializarán al nuevo técnico-, que además llegó sin sus mejores hombres.

Sin lograr mantener la intensidad, Ivanocvic usó la segunda parte para dar minutos a los «hombres de entrenamiento».