Los tailandeses deberían disponer a partir de hoy de un nuevo jefe de Gobierno, que podría ser un miembro de la actual oposición, mientras que el exiliado ex primer ministro Thaksin Shinawatra acusa al Ejército de injerencia en la votación parlamentaria.

Las negociaciones políticas se multiplicaron ayer, la víspera de la sesión extraordinaria de los diputados convocados para designar al tercer primer ministro en cuatro meses.

Uno de los principales partidos opositores, el Partido Democrático, se mostraba confiado en que su líder, Abhisit Vejjajiva, de 44 años y educado en Oxford, es el favorito para ser nombrado primer ministro.

La oposición trata así de hacer frente a los partidarios de Thaksin, después de que el anterior primer ministro, Somchai Wongsawat, cuñado del exiliado, fuera destituido el 2 de diciembre por el Tribunal Constitucional por fraude electoral.

«Confío en que Abhisit recibirá más de la mitad de los votos de los parlamentarios», indicó a una televisión local el secretario general del Partido Democrático, Suthep Tuagsuban.

Abhisit se mostró, en declaraciones realizadas a la prensa, «dispuesto a trabajar inmediatamente» para dirigir la economía del país, sumida en una profunda crisis tras seis meses de manifestaciones, protestas y bloqueo de aeropuertos llevados a cabo por sus seguidores.

«Si el Partido Democrático tiene la posibilidad de formar Gobierno, restaurará la confianza en dos o tres meses», prometió Abhisit.

Alocución de Thaksin

El sábado, Thaksin hizo aumentar la presión al demandar al Ejército que cesara su injerencia en la formación del nuevo Gobierno, en un mensaje en vídeo retransmitido a más de 50.000 partidarios reunidos en un estadio de Bangkok.

«Los militares deben respetar la decisión del pueblo», declaró, haciendo referencia a las elecciones legislativas de diciembre de 2007, que llevaron al poder a sus seguidores tras quince meses de administración militar.

El Ejército reaccionó desmintiendo cualquier implicación. «Nosotros no interferimos en el juego político», declaró ayer su portavoz, el coronel Sunsern Kaewkumnerd.

«Cuanto más habla Thaksin, más molesta a los parlamentarios», considera Suthep. «No se trata de una traición al pueblo, sino de una decisión para la nación», añadió el dirigente del Partido Democrático en referencia a la votación de hoy.

Thaksin vaticinó que la crisis política tailandesa no finalizará hasta que no se restablezca la unidad nacional. Los partidarios de Thaksin, que han formado con sus aliados una nueva coalición llamada Puea Thai, no han designado todavía candidato al puesto de primer ministro. Según informaciones de prensa, podrían nombrar al antiguo jefe de la Policía Pracha Promnog, líder del pequeño partido Puea Pandin (Partido Patrióticop).

La Policía, por su parte, anunció que hoy desplegará 1.200 hombres en los alrededores del Parlamento previendo que los partidarios de Thaksin se manifiesten.

Wiphutalag Phattanaphumthai, líder de un grupo de partidarios de Thaksin, declaró que no estaba prevista ninguna manifestación para impedir la votación, aunque previó que «algunos miles» de partidarios puedan reunirse ante el Parlamento.

El Partido Democrático, muy potente en Bangkok y en el sur de Tailandia, es la formación política más antigua del país (62 años de existencia). Siempre ha mantenido intensas relaciones con las élites tradicionales de Bangkok de los ámbitos militar, administrativo y del Palacio Real.

La designación de nuevo primer ministro se produce después de semanas de manifestaciones y de ocupaciones de edificios llevadas a cabo por la oposición en Bangkok, la destitución de Somchai el 2 de diciembre y la disolución de tres formaciones de los partidarios de Thaksin por el Tribunal Constitucional, que además incapacitó a varios diputados.

De este modo, la Cámara de Bangkok cuenta ahora con 441 electos en vez de 480.

Thaksin, un riquísimo hombre de negocios de 59 años, fue derrocado en setiembre de 2006 por generales legitimistas. Acusado de corrupción, vive en el exilio, pero sigue siendo muy popular entre los habitantes de las zonas rurales del norte de Tailandia.

El Partido Democrático consiguió ayer el apoyo del Partido para la Unidad Tailandesa y el Desarrollo Nacional (Ruam Jai Thai Chart Pattana), que votará a favor de Abhisit en la sesión parlamentaria de hoy.