Dos días después de la desaparición de María Puy Pérez Ezpeleta era detenido su ex compañero sentimental, José María Morentin, al conocer la Policía que el mismo sábado había quebrantado una orden de alejamiento de la víctima. Esta orden había sido dictada como medida cautelar por un delito de violencia machista, y tras encontrar además en su domicilio diversas armas artesanales y munición para las mismas.

Ahora ha sido desestimado el recurso presentado por la defensa del detenido y ha acordado mantener la prisión provisional que dictó el 17 de octubre, sin hacer ninguna referencia a María Puy Pérez.

En el auto, contra el que no cabe recurso, la Audiencia recoge que el imputado es presunto autor de diversos delitos, de los cuales la tenencia ilícita de armas y el depósito de municiones llevan aparejadas penas incluso superiores a los dos años de prisión. Los magistrados argumentan además que, con el mantenimiento de la prisión provisional, se persigue «evitar el riesgo de fuga y la reiteración delictiva».

La sentencia precisa que la intención que tenía el imputado de vender la vivienda inscrita a su nombre con el propósito de adquirir una caravana «puede razonablemente reflejar que existe un riesgo real de sustraerse a la acción de la Administración de Justicia».

En cuanto a la reiteración delictiva, los jueces se amparan en los antecedentes penales del imputado, ya condenado por dos delitos de lesiones y uno de «amenazas condicionales».

Para los magistrados, la prisión provisional es «proporcionada», sin perjuicio de que en el transcurso de la instrucción pudieran darse cambios en la situación personal del imputado.