Máxima expectación para escuchar ayer lo que la plataforma AHT Gelditu! tenía que decir respecto al atentado que costó la vida al empresario Inazio Uria, el pasado 3 de diciembre. Un interés del que daban fe los numerosos representantes de medios de comunicación que se acercaron a la rueda de prensa convocada en la capital bilbaina; hasta ocho cámaras de televisión siguieron la comparecencia. Incluso algunos periodistas, durante la espera, sugerían cruzar apuestas sobre lo que se iba a decir. Al final, lo que escucharon de boca de los portavoces del movimiento anti-TAV fue su «desmarque» de lo ocurrido en Azpetia y su reafirmación por un camino que busca la mayor adhesión social posible por «vías meramente pacíficas».

Ésas eran las palabras que reflejaron en sus libretas y micrófonos quienes desde hacía días reclamaban un pronunciamiento a esta plataforma social sobre la acción mortal de ETA; otra cosa distinta es que fueran la que buscaban.

Pero AHT Gelditu! dijo mucho más en su comparecencia, como su referencia al «boicot mediático» que los opositores al TAV vienen sufriendo o la acusación directa a esos mismos medios informativos y a dirigentes políticos que «hasta ahora nunca se han preocupado de escuchar ni de tomar en consideración nuestros argumentos contrarios a este proyecto, ni tampoco de reflejar el intenso debate que ha surgido en la sociedad». Pero, seguramente, esto no era lo que la mayoría venía a escuchar ayer a esta rueda de prensa.

La comparecencia pública de representantes y miembros de AHT Gelditu! tenía como eje el atentado mortal contra Inazio Uria. Los portavoces de la plataforma comenzaron por reconocer que ese acto «ha influido de manera considerable tanto en las personas como en los colectivos» que conforman este movimiento nacido en 2001. «Ha sido un salto inesperado», resumieron esa sensación creada.

Un hecho, reconocieron, que «ha creado conmoción» y que ha llevado a la plataforma a un «profundo debate» entre todos los colectivos que la forman. Una reflexión que se les exigía a las horas del atentado de Azpeitia, pero que, respondieron ayer, «nos ha exigido tiempo y esfuerzo, tanto para la reflexión, como para compartir esa reflexión entre todos los colectivos, teniendo en cuenta la pluralidad de sensibilidades».

Tras ese debate interno, el posicionamiento al que han llegado es al de reclamar su «autonomía como movimiento social» y reafirmarse en la «legilimitad» de la oposición social que hacen contra el TAV y la «validez de los métodos de lucha que hemos empleado hasta ahora».

A partir de esa reafirmación en los métodos empleados, AHT Gelditu! sostiene textualmente que «nos desmarcamos del atentado de Azpeitia y queda claro que el camino que empleamos busca la participación social más amplia posible, por vías meramente pacíficas».

Llamada a la reflexión

Los integrantes de esta plataforma que agrupa a colectivos, sindicatos y partidos políticos llamaron, en cualquier caso, a los demás agentes de la política y la sociedad vasca a «una profunda reflexión sobre las causas por las que el contencioso del TAV ha llegado a esta situación», insistiendo en la necesidad de debatir «las vías y métodos legítimos y constructivos para parar el TAV».

En esta misma línea, criticaron la «falta de sensatez» de la clase política, a la que achacaron querer utilizar la situación creada «para ahondar en la imposición del proyecto». Es por ello que hicieron una invitación a la «racionalidad» para abordar el debate que se demanda sobre esta gran infraestructura.

Al mismo tiempo que ese emplazamiento, AHT Gelditu! hizo una enfática llamada para que «se abandone inmediatamente la idea de utilizar estos hechos para abrir posible vías represivas contra el movimiento popular» que, denunció, «sólo buscan involucrarnos en un juego de estrategias políticas». Una presión que, añadió, «produce consecuencias negativas sobre el movimiento social» y es que, a juicio de la plataforma, se está ahondando en una «persecución mediática y en un descarado intento de criminalización de la oposición al proyecto».

AHT Gelditu! zanja así la reflexión interna al hilo del atentado de ETA, eso sí, matizaron, «sin menoscabo de que los colectivos y personas que forman parte hagan sus propias reflexiones». En lo que sí insistieron es en que «no vamos a permitir que se cuestione la legitimidad de la oposición al TAV», al tiempo que manifestaron su compromiso de «seguir actuando en la misma línea y con el mismo tesón que hasta ahora».