La estrategia israelí implica una masacre
Los medios occidentales vuelven a recoger noticias de Gaza, tomando como excusa la ruptura de la tregua de seis meses anunciada por Hamas. Sin embargo, pocos han sido los medios o incluso políticos y diplomáticos que han tenido en consideración la situación en la franja durante este último medio año. Seis meses en los que la situación dramática que se vive desde hace años en Gaza no ha variado ni un ápice, de no ser a peor.
En este tiempo, a pesar de los acuerdos alcanzados, ni han cesado los ataques del Ejército israelí ni siquiera se ha atemperado el bloqueo de suministros, medidas que afectan sobre todo a la población civil. El objetivo es poner a la población contra el Gobierno de Hamas, revirtiendo así el apoyo que le dio en las elecciones democráticas de 2007. Algo que se ha demostrado imposible, dado que la población palestina ve cómo sus líderes electos son los únicos que defienden sus intereses y su futuro.
Mientras tanto, la clase política israelí está inmersa en una escalada verbal que tiene visos de convertirse en real. El objetivo sería preparar el terreno para una invasión. No cabe olvidar que se acercan las elecciones generales y que la dureza -cabría decir crueldad- frente a los palestinos da réditos electorales. La estrategia israelí implica una masacre que la presión internacional debería intentar bloquear como sea.