Aunque para muchos el parón navideño no llega en el mejor momento, no en vano cortocircuita la positiva trayectoria deportiva en la que se encontraba inmerso el Athletic, sí que es verdad que la semana de descanso no sólo va a permitir que los jugadores recarguen pilas, sino también recuperar a un buen número de efectivos que ahora engrosan las filas del parte médico.

Los dos últimos que se han incorporado a la categoría de lesionados han sido David López y Ander Murillo, ambos por sendos esguinces en diferentes articulaciones provocados en lances del encuentro disputado en el Ruiz de Lopera.

El riojano, que tuvo que ser sustituido con apenas cinco minutos jugados, sufre un esguince en su tobillo derecho, si bien el grado de dicha torcedura está todavía por determinar. En cualquier caso, el polivalente centrocampista no podrá estar disponible para el próximo compro- miso oficial, aunque se recupere de sus problemas físicos, dado que vio la quinta tarjeta amarilla en la misma jugada en la que se produjo la lesión y deberá cumplir un partido de sanción.

Por su parte, el donostiarra también sufrió un esguince, en este caso en su rodilla izquierda apenas un cuarto de hora después, lo que también le obligó a abandonar el campo. Desde luego un episodio de auténtica mala suerte para un jugador que no está contando para Caparrós ni siquiera en las convocatorias y que tenía ante los béticos la posibilidad de reivindicarse.

Junto a ellos, a la larga lista hay que sumar a Andoni Iraola, que se recupera de una rotura muscular leve en la pierna izquierda; Ustaritz, con otra lesión muscular en su pierna derecha; e Iñigo Vélez, que tiene un esguince en el tobillo derecho. Asimismo, Iñaki Lafuente se está recuperando de una sobrecarga en la pierna derecha y Gurpegi de la fractura en los huesos propios de la nariz tras su tremendo choque con el cancerbero del Sporting, «Pichu» Cuéllar.

Estos cinco jugadores, no obstante, se incorporarán casi con toda probabilidad al grupo después del regreso de estos días festivos y podrían estar a disposición de Caparrós para el primer partido liguero de 2009, que se disputará el próximo día 4 de enero en San Mamés, con un rival en apuros, como es el Espanyol, entrenado por Mané.