Un ejemplar director de actores
GARA |
La muerte de Robert Mulligan significa el adiós a uno de los directores más populares de las décadas de 1960 y 1970 en Hollywood, capaz de extraer lo mejor de sus actores protagonistas, como fue el caso de Gregory Peck en «Matar a un ruiseñor», en la que muchos consideran la mejor actuación de su carrera. Además de su mano maestra a la hora de dirigir a sus actores, a Mulligan se le reconoce su capacidad para acercarse al mundo adolescente, como ocurría en "Verano del 42" (1971), un filme de culto que ha envejecido mal y en el que el director actuaba también como narrador. «No sabía en qué consistía la vida hasta que fui un adolescente, cuando te das cuenta de que, tarde o temprano, vas a tener que cruzar la puerta de casa. Mamá y papá no van a estar ahí, no vas a estar protegido. Esas cosas se convirtieron en algo excitante y terrorífico a la vez para mí», declaró en 1991. Aunque también los críticos le achacaban una falta de «estilo propio» en su labor, algo con lo que se mostró en desacuerdo el francés François Truffaut, admirador de su filmografía. «No sé nada acerca del `estilo Mulligan'», admitió a la revista «Village Voice» en 1978 el propio realizador. «Si lo encontráis, bueno, es vuestro trabajo».
Lugar: Falleció ayer en Lyne (Connecticut), a los 83 años. > Carrera: Dirigió veinte películas, incluidas "Verano del 42", "El Otro" y "El próximo año a la misma hora" antes de cerrar su carrera en 1991 con "Verano en Lousiana", la primera película de Reese Witherspoon. > Título destacado: "Matar a un ruiseñor", con tres Óscar:.
T.O.: 'Lakeview Terrace'.
Dirección: Neil LaBute.
Guión: D. Loughery y H. Korder; basado en un argumento de D. Loughery.
Intérpretes: Samuel L. Jackson, Patrick Wilson, Kerry Washington.
País: EE.UU., 2008.
Duración: 106 m.