El secreto a voces ha dejado de serlo. El Alavés destituyó ayer a José María Salmerón, junto a su ayudante Víctor Mañas y, pocas horas después, confirmaba la contratación de su sustituto, Javier Mandiola. El técnico eibarrés, que ya estuvo en la órbita albiazul durante el verano, se ha comprometido hasta el próximo 30 de junio, con opción a otra temporada, y llega a Gasteiz con Iñigo Arriola, que ya lo acompañó en su primera temporada al frente del Eibar.

La destitución de Salmerón parecía cantada desde el domingo. El almeriense ya la había esquivado el pasado mes de noviembre, tras la goleada sufrida en Xerez. Pudo con aquello, pero no con los últimos resultados -un punto en tres jornadas-, que han dejado al Alavés un puesto por encima del descenso y como el equipo más goleado de la categoría, ni con la pobre imagen ofrecida. Ni, desde luego, con los gritos de parte de la afición que el domingo, tras la derrota ante el Tenerife, apuntó al técnico como culpable.

La reacción de la directiva no fue inmediata pero, tras una jornada de `reflexión', en la mañana de ayer destituía a Salmerón que, de vacaciones en Madrid, recibía la noticia de manos de Javi Pérez. «No es un momento agradable, ni tampoco feliz para mí personalmente, pero es como funciona el fútbol», reconocía el secretario técnico alavesista, que aseguró haber tenido «una relación francamente buena» con el ya ex entrenador albiazul. Un Salmerón que, tal y como admitió Pérez, ya se esperaba la noticia, «aunque no por esperárselo es menos doloroso».

Tan previsible como su marcha era el nombre del recambio. Javier Mandiola se comprometió con el Alavés pocas horas después de que el banquillo quedara vacante y fue inmediatamente presentado en Mendizorrotza, donde aseguró haber visto «muy bien» al equipo en algunos de los partidos que ha seguido en directo. «Pero todo es mejorable y habrá que cambiar algunas cosas -reconoció- para mejorar el nivel de juego y volver a ilusionar a la gente con resultados». Manix reconoció que la debilidad defensiva es uno de esos aspectos a cambiar, pero aseguró que «si no viera posibilidades de mejora no habría venido porque no me muevo por dinero».

Ascensos

Javier Mandiola (Eibar, 9/4/58), que como jugador militó en Eibar, Sanse, Burgos, Real Unión y Sestao, comenzó su andadura como entrenador en las categorías inferiores del Eibar. Se hizo cargo del segundo equipo azulgrana, con el que consiguió cuatro ascensos en cinco años, hasta situarlo en Segunda B. Pasó después por Beasain y Real Unión, al que estuvo a punto de ascender a Segunda A.

Lo consiguió hace dos años con el Eibar -acompañado también por Iñigo Arriola, a su vez ex jugador azulgrana- al que, además, mantuvo en la categoría de plata el pasado año. Tras rechazar la oferta de renovación del club armero, ha permanecido en paro los últimos meses.