Un día después de que la mayoría del Parlamento de Gasteiz pidiera a la consejera de Cultura y portavoz del Gobierno, Miren Azkarate, que dimitiera ésta aseguró que «no se arrepiente de nada». Según explico en una entrevista a Euskadi Irratia, los dictámenes de los casos Guggenheim y Balenciaga en los que se la responsabiliza de «falta de celo en su función de control» o de «dejación en la gestión adecuada de los recursos públicos» no tienen nada de nuevo. Así, afirmó que tiene la sensación de que «las explicaciones dadas no han servido absolutamente para nada».

Ni que los dos informes salieran adelante con amplia mayoría en un caso y con unanimidad -el PNV votó a favor del de Balenciaga-, ni que cuatro de los grupos de la cámara pidieran su dimisión ha hecho que la consejera haya barajado esta opción. De hecho, rechazó los planteamientos de los casos investigados en el Parlamento y aseguró que se deben «a la cercanía de las elecciones».

Aseguró, asimismo, que si el lehendakari y los compañeros de Gobierno pensaran que tenía alguna responsabilidad «me habría ido». Para no dejar dudas, la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, aseguró al término del Consejo de Gobierno que el Ejecutivo había respaldado de forma «unánime y conjunta» a Azkarate.

Apoyos desiguales

Sin embargo, la portavoz del Gobierno, aseguró que había sentido más apoyo «por parte de unos que de otros» dentro del Gobierno. Adelantó que no dirá «ni media palabra» a EA porque la formación sabrá «qué ha hecho y por qué lo ha hecho», en referencia a que el partido liderado por Unai Ziarreta aprobara tanto en la Comisión de Investigación como en el pleno el dictamen del Guggenheim, que señalaba de forma más clara a Azkarate o al director del museo, Juan Ignacio Vidarte, de quien la consejera ha hecho una fuerte defensa. Cabe recordar, sin embargo, que el malestar en el tripartito llegó al extremo de que el lehendakari amenazó con disolver el Parlamento para evitar que el dictamen del Guggenheim saliera adelante, tal y como pudo saber GARA. Azkarate, por su parte, dijo sentirse «orgullosa» por la confianza mostrada por el lehendakari.