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Recuerdan que «el silencio contra la tortura sólo trae la complicidad»

Algo más de medio millar de personas recorrieron ayer el centro de Algorta para denunciar las últimas denuncias de tortura policial y poner de manifiesto el silencio del que hacen gala los principales partidos políticos y medios de comunicación ante este tipo de prácticas. La marcha fue detenida durante varios minutos por hasta cinco furgonetas de la Ertzaintza, cuyos agentes grabaron con dos cámaras a los manifestantes.

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Joseba VIVANCO |

«Aski da, torturarik ez!». La consigna proveniente de la megafonía rompía la animación dominical en la Plaza Telletxe de la localidad vizcaina, donde el movimiento pro-amnistía había convocado una protesta nacional para denunciar el uso «sistemático» de la tortura, una práctica que ha vuelto a ser denun- ciada con pelos y señales por los últimos detenidos. Eran las 13.00 y el centro del recinto -estrechamente vigilado por varias dotaciones de la Brigada Móvil de la Ertzaintza- comenzaba a recibir a decenas de personas enarbolando ikurriñas y fotografías de represaliados vascos, muchos de ellos vecinos de la comarca.

La manifestación convocada era la respuesta a las últimas denuncias de torturas contra cinco de los seis detenidos hace dos semanas en Irun y Bizkaia, y para sacar a la luz las 64 denuncias formales contabilizadas por malos tratos durante este año. Hasta cinco cámaras de televisión siguieron el discurrir de la protesta, cuya convocatoria fue recordada el viernes en una conferencia de prensa en la capital donostiarra. Una expectación mediática que contrastaba con la escasa cobertura habitual que los medios hacen a este tipo de protesta..

Quince minutos después de la hora prevista, y tras sendas pancartas en las que se leían escuetos «Torturarik ez» y «Alde hemendik», algo más de medio millar de personas emprendía la marcha entre gritos de «Alde hemendik, utzi pakean» o «Egindakoa ordainduko duzue». Un arranque que era frenado apenas trescientos metros después por un cordón policial conformado por más de una veintena de agentes pertrechados con material antidisturbio y grabando con dos cámaras a los participantes.

Uno de los mandos solicitaba la entrega de los documentos de identidad a dos personas, mientras arreciaban las consignas como «Zuek faxistak, zarete terroristak» y «Zuek ere, txakurrak zarete». Tras unos minutos de tensión, los carnets eran devueltos, los agentes se retiraban despedidos con una partitura de silbidos y los manifestantes proseguían con su denuncia redoblando el volumen de su protesta al grito de «Presoak kalera, amnistia osoa».

Gritos al paso por el batzoki

El recorrido de la manifestación discurrió entre diferentes consignas, cerrando la marcha hasta cinco furgonetas de la Brigada Móvil. Al paso por el batzoki de la localidad arreciaron los gritos de «PNV español» y «PNV torturaren morroi».

Al final de la manifestación, en el mismo punto de partida, los asistentes dibujaron un gran círculo y se dio lectura a un manifiesto. El acto acabó con el «Eusko Gudariak», algún irrintzi y un grito por los presos. Media hora después, las furgonetas policiales aún vigilaban la zona.

la lógica ETB-PNV

«Un batzoki manchado de pintura tiene más espacio en ETB que las denuncias de torturas de varios jóvenes vascos. ¿No es vergonzoso? La lógica de ETB hacia la tortura es la misma lógica que la del PNV», afirmaron.

Acusan a partidos y medios de estar «sordos, ciegos y mudos»

Guti, Maribel, Mari Mertxe, Amets, Ibai fueron los nombres de los últimos detenidos recordados ayer en Algorta. Éllos, se dijo al final de la manifestación, «son los que han demostrado que el protocolo contra la tortura es una farsa». En la alocución con la que culminó la protesta por las calles de la localidad vizcaina se hizo especial alusión a esas recientes y gravísimas denuncias de malos tratos trasladadas por estos vecinos. Unas torturas de las que se recordó que «si todo eso hubiera estado grabado se estaría hablando de ello, pero se demuestra una vez más que ese protocolo es una farsa». Recordando casos ocurridos en otras latitudes, se apuntó que «si las imágenes hubieran estado grabadas y las emitieran los medios de comunicación, el escándalo sacudiría al mundo».

Los convocantes de la manifestación centraron sus críticas en los principales partidos políticos y los grandes medios de comunicación, a los que acusaron de estar «sordos, ciegos y mudos ante esta realidad salvaje». Y añadieron: «¿Cómo puede entenderse la actitud de los medios de comunicación ante las denuncias de cinco personas?». Para el movimiento pro-amnistía, «el silencio sólo trae la complicidad» y por ello se incide en que «la presión popular será indispensable para acabar con la tortura». J.V.

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