La Policía Judicial de Baiona toma declaración a Mujika por su secuestro
Tres días después de que la abogada de Juan Mari Mujika interpusiera la denuncia por «secuestro» ante la Fiscalía, la Policía Judicial lo convocaba para que prestara declaración. La letrada se ha mostrado satisfecha por que la investigación haya sido acometida sin dilaciones.GARA |
A los pocos días de que la abogada del ciudadano vasco que denunció haber sido secuestrado por supuestos policías españoles en Donapaleu interpusiera la correspondiente demanda por «secuestro, amenazas y violencia moral» ante la Fiscalía de Baiona, la Policía judicial convocaba a Juan Mari Mujika para conocer directamente su versión de los hechos.
El ataundarra prestó declaración durante dos horas el pasado 22 de diciembre, justo tres días después de que, arropado por representantes de partidos y diversos colectivos de defensa de Derechos Humanos, diera a conocer lo acontecido.
Maritxu Paulus-Basurko, abogada de Mujika, ha mostrado su satisfacción por la celeridad y seriedad con que parece ha reaccionado la judicatura en este primer momento. Y es que la letrada presentó la denuncia el mismo viernes por la mañana, antes de comparecer con su defendido ante la prensa, y éste fue convocado oficialmente para el lunes. La letrada considera que la gravedad de los hechos exigía que la investigación se pusiera en marcha cuanto antes, máxime cuando «el afectado vive atemorizado desde que sufriera el secuestro», y espera ahora que el caso siga su curso sin dilaciones.
Los hechos denunciados por Mujika se remontan al pasado 11 de diciembre. Esa mañana el ataundarra había ido a realizar unas compras a Donapaleu antes de dirigirse a su trabajo como agricultor en Domintxaine, localidad donde reside.
Al disponerse a montar en su vehículo para volver a casa, fue abordado por tres hombres, uno de los cuales, dirigiéndosele en francés, le conminó a seguirle a comisaría. Nada más entrar en el vehículo al que fue introducido, le comunicaron de que eran policías españoles y le condujeron a un lugar boscoso y apartado en las afueras de Donapaleu donde, a orillas de un lago, fue interrogado durante cerca de dos horas.
El ataundarra, cuya hija se encuentra encarcelada en el Estado español desde hace unas semanas, ha denunciado que fue «presionado e intimidado». Las amenazas se extendieron, además, a su hija y esposa, y le ofrecieron colaborar con ellos si quería «vivir tranquilo», tanto él como su familia.
Los supuestos policías le citaron para la misma tarde en otro lugar, pero Mujika no acudió y decidió denunciar los hechos.
Desde que sucedieran los hechos, Mujika vive «atemorizado» y está contínuamente acompañado por alguien por lo que «es importante que la investigación no se demore».