Manix Mandiola destacó tras dirigir su primer entrenamiento al mando del Deportivo Alavés que nunca en su carrera le había tocado dirigir a un plantel con tanta calidad como el que se ha encontrado en Gasteiz.

«La gente que está en el Alavés es por algo, aquí no ha venido nadie de regalo ni porque es el sobrino de no sé quién. Todo el mundo, en su momento, ha sido algo importante en el fútbol y por eso están aquí. Algunos vienen de abajo, de Segunda B, y otros de vuelta de Primera, todo tiene su porqué. Quizá algunos no estén en su mejor momento deportivo, pero me ha sorprendido el nivel que hay. Yo vengo de equipos humildes y pobres y me ha sorprendido que hay una calidad que no he tenido nunca», señaló. «Eso también tiene lo suyo, que es como las sábanas que si tiras para arriba te enfrías por debajo, el Alavés está donde está por algo, pero si aprovechamos lo que hay y, sin perder las virtudes, sumamos algo, seguro que vamos a ir para arriba», agregó.

Con la presencia de muchos curiosos que, aprovechando las vacaciones navideñas, se acercaron a Ibaia a ver los nuevo métodos del técnico guipuzcoano, Mandiola programó una sesión larga en la que el entrenador se mostró muy directo con los jugadores, con un trabajo exhaustivo de la presión y los robos de balón, para luego dividirse a la plantilla en dos grupos para realizar el trabajo restante.

Martín Astudillo, que se reincorporará esta misma semana al equipo tras regresar de Argentina, fue la única baja.