Crónica | Temporal de frío
La nieve dio paso a un manto de hielo en el que era imposible no caerse
Quizá por la inexperiencia o acaso por la poca previsión, lo cierto es que ayer a muchos les costó lo suyo caminar por algunas calles de la capital guipuzcoana, que se despertaron cubiertas de hielo. El sol ayudó a despejar alguna aceras, pero las zonas sombrías se mostraron amenazantes durante todo el día.
Maider EIZMENDI-Asier VELEZ DE MENDIZABAL
No era difícil de prever. Lo que el jueves era nieve, ayer por la mañana se había convertido en un manto de hielo imposible de deshacer. Y es que la noche, más que fría, fue gélida. Aunque no fue comparable con la temperatura mínima registrada en Gasteiz, fijada en los siete grados bajo cero, o la registrada en Subilla Gasteiz, donde se alcanzaron a las tres de la madrugada los 9,8 grados bajo cero. Asimismo, según las mediciones de Euskalmet, en la capital guipuzcoana el termómetro llegó a descender hasta los dos grados bajo cero, lo que literalmente heló la ciudad.
A primera hora de la mañana, los que optaron por coger el vehículo se tuvieron que armar de valor para retirar la densa capa de hielo que lo cubría. Muchos optaron por dejarlo aparcado y desplazarse en transporte público, aunque varias líneas que discurren por la ciudad tuvieron que alterar su recorrido porque los autocares tampoco podían subir las pendientes a causa de las placas de hielo.
Pero ayer más que en las carreteras, en las que los golpes de chapa fueron abundantes, el peligro se concentró en las aceras. Las calles de Donostia, así como las de otras muchas localidades cercanas, se convirtieron en improvisadas pistas de hielo en las que mantenerse de pie era casi imposible. «No me he caído de milagro» le comentaba una mujer a otra cerca del Buen Pastor, tras resbalarse y esquivar la caída haciendo malabarismos. Con una mano delante y otras detrás los viandantes dejaron de lado sus andares habituales y se limitaron a desplazarse «cual patos» por las calles.
Pero ni de esa manera se pudieron evitar los resbalones y las caídas. El servicio de Emergencia de Gipuzkoa atendió ayer a decenas de personas en la capital donostiarra a consecuencia de las caídas. Tal y como explicó la jefa de sección de Emergencias de Osakidetza, Ana Calvo, «por dar alguna cifra, si en un día cualquiera atendemos a dos personas, hoy ya llevamos alrededor de cuarenta». Y todavía era la una del mediodía. En la mayoría de los casos no se trataron de traumatismos severos, pero en la Casa de Socorro situada en el centro de la capital hubo que atender a personas con roturas de cadera o de cúbito durante la tarde del jueves y la mañana de ayer. En la capital alavesa también se atendieron a unas quince personas por la mañana debido a las caídas.
Ante ese panorama, a mucha gente de poco le sirvieron las disculpas del alcalde de Donostia, Odon Elorza, sobre la actuación de los servicios municipales el jueves. El primer edil reconoció que la actuación no «estuvo a la altura de las circunstancias» y que se vieron «desbordados», a causa del temporal de nieve «excepcional». Por ello que los servicios de limpieza agotasen todos los acopios de sal que tenía el Ayuntamiento y tuviesen que actuar, tal y como afirmaba uno de los trabajadores municipales, «a golpe de riñón». Lo que ayer pedían los vecinos y vecinas de Donostia, más que disculpas, era que se limpiasen las aceras.
Nevadas en Erribera
En Nafarroa finalmente no se cumplieron las previsiones y únicamente se registraron nevadas en puntos de la zona media y sur del herrialde, así como en el Pirineo. Durante la madrugada y parte de la mañana las precipitaciones azotaron algunas zonas de Erribera, además de Lizarraldea y Tafallaldea, aunque las principales vías de comunicación no se vieron afectadas gracias a la labor de los quitanieveces, que recorrieron la red de carreteras durante toda la jornada. A media tarde comenzó a nevar de manera copiosa en el sureste navarro, algo que, sumado al hielo existente, provocó situaciones de cierto riesgo en las carreteras.
Pese a que los aeropuertos vascos funcionaron con normalidad, la nieve que ayer sorprendió a Madrid enturbió el viaje de numerosas personas que se dirigieron desde Euskal Herria a la capital española para tomar un vuelo internacional. El aeropuerto de Barajas permaneció inoperativo desde las doce del mediodía hasta pasadas las cuatro y media de la tarde.