Masacre israelí en Gaza
El Gobierno israelí desprecia a la ONU y ordena ampliar la invasión terrestre de Gaza
La resolución de la ONU que reclama un alto el fuego en Gaza volvió a ser papel mojado, ya que Israel anunció que no hará ningún caso y que continuará con la invasión terrestre en este territorio palestino. La ONU, mientras, comunicó que retomará la distribución de ayuda humanitaria, al considerar que las garantías dadas por Israel, que ha bombardeado una escuela y un convoy humanitario de la ONU, son suficientes.
GARA | GAZA
Tal y como se esperaba, el llamamiento del Consejo de Seguridad de la ONU realizado en la madrugada de ayer (hora de Euskal Herria) instando a un alto el fuego en Gaza cayó en saco roto en Israel. Esta resolución de produjo después de que Israel matase a más de 40 refugiados en una escuela de la ONU y atacase un convoy humanitario plenamente identificado de la Unrwa, la agencia de la ONU dedicada a la asistencia de los refugiados palestinos.
La ONU, por su parte, anunció ayer que reanudará sus operaciones de ayuda humanitaria «tras recibir garantías por parte de Israel», según explicó en Nueva York Michele Montas, portavoz de la ONU.
El primer ministro, Ehud Olmert, señaló que «Israel nunca ha estado de acuerdo en que terceros determinen su derecho a defender su ciudadanía».
«El Ejército seguirá su operación para defender a la población de Israel hasta que complete las misiones que se les ha encomendado».
Con la única abstención de EEUU, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución que insta a la declaración de un alto el fuego inmediato en Gaza, la retirada de las tropas israelíes y la entrada sin impedimentos de ayuda humanitaria a este territorio palestino.
Olmert intentó justificar su posición con el argumento de que ayer cayeron 20 cohetes provenientes de Gaza en el Neguev. «Esto demuestra que la resolución no es práctica y no será respetada por las organizaciones palestinas asesinas».
Pese a las palabras de Olmert, Dan Gillerman, antiguo embajador israelí ante la ONU y responsable de comunicación de la ofensiva, reconoció que la resolución de la ONU supuso un revés diplomático para Israel.
«Se trata de una resolución muy decepcionante para Israel, puesto que EEUU se ha abstenido en vez de imponer su veto», declaró Gillerman.
Tampoco Hamas aceptó el documento, elaborado por Gran Bretaña en colaboración con el Estado francés y los países árabes, si bien lo ve como prueba del fracaso de la ofensiva militar sionista en Gaza.
«Este fracaso es el que ha generado la resolución, a pesar de que nadie se ha dirigido a nosotros para ser asesorado», manifestó desde Beirut el dirigente de Hamas Osama Hamdan.
Durante la jornada de ayer, seis palestinos más murieron como consecuencia de ataques aéreos y terrestres israelíes en la zona de Beit Lahiya, según informó la agencia Palestinian Information Center (PIC). Dos de estos fallecidos eran personas de avanzada edad. El balance oficial de fallecidos por la ofensiva sionista asciende a 785 personas.
Asimismo, la Cruz Roja localizó vivos en el barrio gazatí de al-Zeitun a un grupo de niños que permanecía entre los escombros de su casa junto a los cadáveres de sus madres desde que sufrieron un ataque aéreo israelí el pasado 3 de enero.
Las brigadas Ezzedin al-Qassam, brazo armado de Hamas, informaron de que habían matado a ocho soldados israelíes en Beit Lahiya, según la agencia Ma'an. De confirmarse, sólo en este ataque, Israel habría perdido tantos soldados como desde que comenzó la ofensiva contra Gaza.
La Policía israelí volvió a sacar multitud de soldados a la calle en Jerusalén debido a la convocatoria de un nuevo día de la ira por parte de Hamas coincidiendo con la jornada musulmana de oración. El acceso a la Explanada de las Mezquitas estuvo vedado a los hombres menores de 50 años.
En el barrio jerosilimitano de Ras al-Amud, jóvenes palestinos lanzaron cócteles molotov y piedras contra los soldados, que respondieron con gas lacrimógeno.
En Ramallah se registraron incidentes entre partidarios de al-Fatah y de Hamas que se manifestaron separadamente. Hubo trece hospitalizados.
En Hebrón, 3.000 personas se sumaron a la convocatoria de Hamas en la parte de la ciudad bajo control del Ejército sionista. Los jóvenes lanzaron piedras y los soldados respondieron con balas de caucho -cuyo interior es metálico- y gas lacrimógeno.
En Nablús, miles de personas salieron a la calle al grito de «Muerte a Israel» y quemaron una bandera del Estado sionista.
En Bi'lin, junto al Muro de separación, el Ejército también disparó gas lacrimógeno contra los manifestantes a favor de sus compatriotas en Gaza.
Iruñea (17.00) y Baiona (11.00) acogen movilizaciones hoy. Bilbo (12.00), Donostia (18.00) y Arbizu (19.00) lo harán mañana y Barañain (19.30), el lunes. Un millar de personas pidió ayer sanciones a Israel ante el Parlamento navarro.
La Fundación Olof Palme anunció que ha abierto una campaña para reconstruir el orfanato que tenía en Gaza y que fue destruido al comienzo de la ofensiva israelí, entre el 2 y el 3 de enero.
La Federación Española de Fútbol impuso ayer una multa de 3.000 euros al jugador del Sevilla FC Frédéric Kanouté por mostrar una camiseta a favor de Palestina en un partido de Copa contra el Deportivo.
Hamas denunció que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas (al-Fatah), continúa en el cargo pese a que su mandato ha concluido. Sin embargo, destacó que su atención está ahora centrada en Gaza.
El diario británico «The Times» se hizo eco ayer de las denuncias de que Israel está empleando fósforo blanco en los bombardeos en Gaza. El rotativo destaca que pese a los desmentidos del Ejército israelí, los fotografías llegadas desde Gaza demuestran el empleo de este material que la legislación internacional prohíbe emplear contra civiles.
Junto a ello, «The Times» destaca que las heridas de numerosos civiles palestinos, con profundas quemaduras, confirman la utilización del fósforo blanco.
El doctor Hassan Khalas, del hospital al-Shifa, el más importante de Gaza, confirmó a «The Times» que muchos pacientes habían tenido que ser atendidos por quemadura de fósforo blanco. Nafez Abú Shaban, responsable de la unidad de quemados de al-Shifa, señaló que «aunque no estoy familiarizado con las quemaduras de fósforo blanco, muchos pacientes tenían quemaduras extrañas. Eran profundas y no eran como las que habitualmente solemos ver».
El diario británico añade en su información que ha identificado cartuchos de fósforo blanco en las imágenes de alta resolución que unidades de artillería del Ejército israelí han difundido esta semana desde la frontera con Gaza. Los proyectiles, de 155 milímetros, muestran la inscripción M825A1, que designa munición de fósforo blanco de fabricación estadounidense. Estos proyectiles son una versión mejorada que limita la dispersión del fósforo blanco, que arde en contacto con el oxígeno. Los artilleros israelíes utilizan esta munición para una pantalla de humo.
Las partículas incandescentes del fósforo blanco que se producen en la explosión inicial pueden producir profundas, extensas y dolorosas quemaduras de segundo y tercer grado. Las quemaduras de fósforo blanco conllevan una mayor mortalidad que otros tipos de quemaduras debido a la absorción del fósforo en el cuerpo a través de las áreas alcanzadas, resultando dañados órganos internos como el corazón, el hígado o los riñones.
Estas armas son particularmente peligrosas para las personas debido a que el fósforo blanco arde a menos que esté privado de oxígeno o hasta que éste se consume totalmente. En algunos casos, la quemadura llega hasta el hueso.
El humo del fósforo blanco irrita los ojos y la nariz en concentraciones moderadas. Con exposiciones largas, puede producir una tos crónica.