Etxerat recuerda que la «crudeza» de la política carcelaria se sufre cada día
Etxerat felicitó ayer a las miles de personas que el sábado pasado recorrieron las calles de Bilbo por haber demostrado que el respeto a los derechos de los presos políticos vascos, así como su repatriación, es una demanda de la mayoría social del país. Los familiares recordaron, sin embargo, la política carcelaria de los estados se mantiene, y que el trabajo y la lucha en su contra es una tarea diaria para la que se requiere de sumas de compromisos y voluntades.
GARA |
La asociación de familiares de los represaliados políticos vascos Etxerat compareció ayer en Bilbo para dar las gracias a las decenas de miles de personas que asistieron a la multitudinaria manifestación que el sábado exigió el respeto de los derechos de los prisioneros políticos vascos en la capital vizcaina. Sin embargo, recordaron que la defensa de sus derechos también es una tarea diaria, en cuanto que las políticas penitenciarias se mantienen en su crudeza.
Más de 37.000 personas fueron las que, según el recuento realizado por GARA, secundaron la marcha nacional, en la que se exigió la liberación de los presos gravemente enfermos, la de quienes, pese a haber cumplido la condena impuesta o las tres cuartas partes siguen encarcelados y la repatriación de todos los presos políticos vascos, así como el fin de «esta criminal y asesina» política penitenciaria.
Felicitan a la marea humana
Los familiares insitieron en su agradecimiento a las miles de personas que salieron a la calle en defensa de los derechos de los presos vascos.
«Nos sentimos arropados», aseguró ayer Etxerat, a la par que recordó que en Bilbo se demostró que la repatriación de los presos políticos vascos es una demanda de la mayoría social del país. «Pero, aunque el sábado realizamos tres exigencias sobre tres demandas, la política carcelaria diseñada por los dos estados contra los prisioneros políticos vascos sigue aplicándose», denunció con dureza esta asociación, insistiendo, a renglón seguido en que «está en las manos de todos nosotros, en las manos de los ciudadanos neutralizar y acabar con esta política construida desde la venganza».
Es por ello que, recordando el mensaje lanzado desde las escalinatas del edificio consistorial de Bilbo, los representantes de Etxerat emplazaron a la sociedad vasca a adquirir compromisos y a trabajar en defensa de los derechos de los prisioneros vascos dispersados en prisiones españolas y francesas.
Etxerat, además, también quiso enviar un mensaje rotundo a los gobiernos de Madrid y París: «Que respeten los derechos básicos de nuestros familiares. Que den término, de una vez por todas, a esta política penitenciaria criminal y asesina».
Y, recogiendo la cosecha humana de Bilbo, advirtieron a los gobiernos español y francés de que tendrán que tener en cuenta que esas 37.000 personas seguirán trabajando contra su política carcelaria.
El preso político de Etxano-Amorebieta Juanjo Legorburu fue llevado ayer por la tarde a su localidad natal donde se efectuó el acto religioso por la muerte de su madre. Según informaron a GARA, los allegados del preso político vasco desconocían desde el jueves su paradero hasta que ayer por la tarde fue llevado a la iglesia de Zornotza por la Ertzaintza. Aunque no le permitieron participar en la ceremonia ni ver el cuerpo sin vida de su madre, Legorburu pudo estar finalmente con sus familiares antes de ser enviado de nuevo a la cárcel de Langraiz.
Asimismo, en Lazkao fueron 250 los que se manifestaron en apoyo a su convecino Anitz Eskisabel, que a partir del lunes será juzgado en Madrid junto a otros vascos. Y en contra de la dispersión carcelaria, ayer fueron 324 las personas que se movilizaron en Gasteiz, 110 en Algorta, 150 en el barrio bilbaino de Santutxu, 20 en Berriz, 130 en Ondarroa, 43 en Lizarra, 40 en Deba, 25 en Mundaka, 65 en Bergara, 36 en Ugao, 227 en Errenteria, 225 en Hernani, 40 en Berriozar, 47 en Lezo, 60 en Soraluze, 46 en Tafalla, 54 en Arbizu, 72 en Galdakao, 120 ante Sabin Etxea en Bilbo -el martes se reunieron 100 personas-, 35 en Oñati, 350 en Iruñea, 76 en Barañain, 54 en Etxarri-Aranatz y 37 en Elizondo.
