GARA > Idatzia > Iritzia > De reojo

Raimundo Fitero

La nieve

Cada copo de nieve se convierte en un eslabón perdido entre la memoria y la estadística. ¿Siempre nieva (llueve o hace calor) en intensidades nunca vistas? Bueno, no es exactamente así, se dice, «desde...'' y se da una fecha que puede ser de hace cuatro, veinticuatro, cuarenta y siete o doscientos años. Lo cierto es que siempre nieva, que siempre hay coches, autocares y camiones por las carreteras y que algo debe pasar para que se bloqueen los accesos a una capital, se cierre un aeropuerto y se convierta la información y los noticiarios en un vendaval de nieve, con una inclemencia normal en los inviernos de esta parte del globo terráqueo.

Uno siente un vértigo especial al colocarse delante de este tipo de información ya que le parece que ya lo ha visto. Incluso que lo ha vivido en sus propias carnes. Salvados los primeros ataques de este retorno del pasado, aparecen las nuevas imprecaciones. Una vicepresidenta del gobierno español cada vez más deslucida que se saca un refrán para calmar los ánimos. «Año de nieves, año de bienes» dicho al día siguiente de conocerse la noticia de las cifras del paro es una frivolidad bastante inoportuna.

En lo que parecen ponerse de acuerdo casi todos es en que han fallado las predicciones. Lo dicen las autoridades, la propia Esperanza Aguirre ha comparecido para decir que tenían prevista una alerta uno, y lo dicen los ciudadanos entrevistados a pie de atasco por los reporteros con gorrito. Parece ser que nadie había previsto este temporal de nieve, ni en su cantidad, ni el lugar dónde ha sucedido, y que, por lo tanto, no habían prevenido nada, ni avisado a la ciudadanía, por lo que las miradas se dirigen rápidamente a los institutos de meteorología de mayor rango que son, a la postre, quienes pasan toda la información, aunque el ciudadano medio se fija en los mapas de las televisiones y en sus locutores favoritos, y lo que parece ser una falta de rigor científico ministerial, se convierte en un reproche y en una bajada de credibilidad de esos hombres y mujeres que cotidianamente nos pintan soles o nubes y nos ayudan a decidir nuestra actividad del fin de semana. La nieve ha blanqueado su crédito.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo