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Elecciones en la Euskal Mendizale Federazioa

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Txomin URIARTE y Víctor RUIZ DE GAUNA | Candidatos

Andoni Arabaolaza

Txomin Uriarte nos confesaba que está con ganas, con ganas de trabajar al frente de la Federación; claro, en el caso de que gane. Está arropado en su equipo por Antxon Bandres, Arantza Jausoro, Javier Antúnez y Alberto Zerain.

Víctor Ruiz de Gauna también está ilusionado, y, como nos ha afirmado, en cierta forma quiere darle un nuevo lavado de cara a la federación. El candidato cuenta en su equipo con Lucio Alzaga, Agurtzane Gallo, Joseba Pueyo e Iñaki Rojo.

¿Qué razones le han impulsado a presentar su candidatura para la presidencia de la EMF?

Txomin Uriarte - Creo que la EMF puede cumplir un papel importante en servicio del montañismo de nuestro pueblo y que merece la pena hacer el esfuerzo para que cumpla ese papel. Por otra parte considero que, dadas mis circunstancias personales, en este momento estoy en unas condiciones muy favorables para desempeñar con facilidad el puesto de presidente de la Federación.

Victor Ruiz de Gauna - El conocimiento adquirido con nuestra participación en la EMF como miembros de la Asamblea, representando a los clubes (Deustuko Menditarrak y Aldatz Gora M.T.), queremos ponerlo a disposición de todos los federados, intentando cambiar el rumbo hacia una mayor armonía y participación eficaz por parte de todos. Para ello entendemos que se necesitan personas nuevas con ideas integradoras e inquietud por mejorar.

Las gestiones importantes y continuadas en el tiempo, más allá de la permanencia de una Junta Directiva, deben ser conocidas y entendidas por la Asamblea para que en cualquier momento puedan ser asumidas por otras personas; esto se consigue con un manual de procedimiento del que carecemos.

Haga un juicio de la actual situación del montañismo vasco

T.U. - No sólo es un tópico el decir que los vascos somos un pueblo especialmente vinculado con las montañas. El nivel del alpinismo vasco es un caso notable a nivel nacional e internacional. A pesar de que nuestras montañas sean pequeñas, nuestro nivel es muy alto: en un país tan chiquito hay cerca de 200 clubes, casi 30.000 federados, muchos escaladores y alpinistas, hombres y mujeres, en la elite de cada especialidad... Más que decir que hay muchos montañeros, podemos decir que aquí todos tenemos una parte de montañeros.

V.R. - No haremos juicios a la situación del montañismo, como mucho nos atrevemos a aventurar algunas valoraciones sobre el montañismo federado que nos incumbe en la EMF. La actividad deportiva que se desarrolla de forma individualizada y colectiva desde los clubes de montaña es satisfactoria. El esfuerzo desinteresado de las personas que trabajan desde los clubes por la divulgación de la montaña y su enseñanza a las nuevas generaciones es impagable.

¿Qué objetivos se plantea en su programa para los próximos cuatro años?

T.U. - El objetivo último es consolidar la labor que se ha realizado con muchos esfuerzos en los últimos años y poder presentar dentro de cuatro años una Federación en marcha adecuada a las exigencias del siglo XXI, en sintonía con el resto del mundo, y a través de la cual, los montañeros puedan disfrutar a tope de la montaña, realizándose en lo que más les guste. Y preparar para entonces un equipo joven que recoja el testigo de la dirección.

V.R. - Los objetivos serían: una federación (EMF) cercana a los federados a través de los clubes, con reuniones (mínimo trimestrales) por zonas geográficas próximas, para cambiar pareceres, escuchar necesidades, intenciones o desacuerdos. Coordinar con criterio la colaboración entre la Escuela de Escalada, las territoriales y los clubes. En el apartado económico ajustar los gastos a los ingresos que se generen en el mismo ejercicio (no al endeudamiento).

El montañismo cada vez está más especializado y más competitivo. Así, sobre todo de cara a la competición, surgen nuevas federaciones a nivel internacional (escalada deportiva, esquí de montaña y carreras de montaña ). Justamente, la actual EMF también cuenta con tres selecciones competitivas que recogen las tres disciplinas antes citadas. ¿Es partidario de seguir potenciándolas?

T.U. - La competición ha existido siempre pero ahora está adquiriendo una relevancia especial y no debemos perder las proporciones. Cuando una parte, que siempre será pequeña, de nuestros jóvenes montañeros elige practicar alguna de las modalidades de competición, tenemos que buscarles el apoyo, el reconocimiento y la financiación, sin que ello suponga un freno a las demás actividades promovidas por la federación. En ese sentido estamos trabajando día a día en las tres federaciones internacionales citadas.

V.R. - El montañismo no es un deporte de competición. Lo destacable en la montaña no es ganar a nadie, lo importante es llegar al lugar elegido y regresar todos al punto de partida. En la montaña se debe valorar a quien adapta sus fuerzas a la de los que menos pueden.

Puntualmente se pueden desarrollar algunas pruebas competitivas para satisfacer el ego personal, pero no es la esencia de la montaña. La montaña es enseñanza y aprendizaje constante. No somos partidarios de potenciar la competición.

Justo al otro lado están los clubes y el montañismo de base. ¿Cómo cree que debería apoyar a ambos?

T.U. - Tenemos muchísima labor que hacer con los clubes y en definitiva con el montañismo de base. Existen en nuestro país unos pocos clubes muy grandes, hay bastantes de tamaño mediano y muchos muy pequeños, que ocupan la dedicación y las energías de la gente que se siente motivada a trabajar voluntariamente para grupos con intereses comunes. Las federaciones territoriales -y coordinándolas la federación vasca-, pueden desarrollar una amplia labor para ayudarles en la organización de salidas y marchas, en la formación y en la información, en la seguridad, en el acceso y la conservación de los montes y los senderos, en la apertura a los discapacitados... en tantas cosas apasionantes.

V.R. - El potenciar a los clubes y montañismo de base, es la razón principal de presentar nuestra candidatura. Es el mundo que conocemos, procedemos de clubes a los que hemos dedicado nuestro trabajo durante décadas. Desde nuestra experiencia, intentaremos trasladar la operativa de funcionamiento de los clubes a la EMF, consultando a quienes estén dispuestos a aportar. La federación no es otra cosa que la suma de todos los clubes con sus federados que la conforman.

El montañismo de base federado se encuentra en los clubes por lo que el conocimiento sobre el mismo es evidente, estando dispuestos a escuchar otras problemáticas que no se den en nuestro entorno.

Las montañas cada vez están siendo más agredidas y amenazadas. ¿Cuál es su posicionamiento en esta problemática?

T.U. - Los montañeros somos los principales usuarios de las montañas. Son nuestro terreno de juego, el sitio donde hemos decidido pasar una parte importante de nuestro tiempo, haciendo en ellas lo que más nos gusta. Las necesitamos vivas y accesibles. Están en peligro y sólo sobrevivirán si se extiende la ecología como un valor cultural. Los montañeros tenemos una clara responsabilidad en el proceso de acceso y de protección. Porque además disponemos de muchos y útiles instrumentos para participar en la gestión medioambiental: acceso a la información pública, participación en la normativa y acceso a la justicia. Hay un amplio campo de trabajo sobre todo para las federaciones.

Aprovecho para animar a los responsables de los clubes a asistir el próximo sábado 17 en Elgeta a la Asamblea en la que se elegirá la nueva junta. Puede ser para algunos su participación en el comienzo de una nueva etapa llena de ilusión del montañismo vasco.

V.R. - La agresión a la naturaleza es constante desde todos los puntos que se quiera abordar. Instalaciones de todo tipo en la montaña, con innumerables pistas asfaltadas recorriendo sierras enteras que facilitan la llegada con cualquier medio de locomoción. Nuestro posicionamiento es a favor del respeto por el entorno.

En la práctica, desde la EMF y los clubes lo más real que se puede hacer es concienciar a quienes salimos a la montaña. Reiterar con ejemplo diario que en nuestra mochila siempre habrá un espacio libre al salir de casa, para bajar nuestros residuos y otros que encontremos por el camino. Hoy no es suficiente pasar sin dejar huella, tendremos que hacer un poco más.

 
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