Cross Internacional Juan Muguerza
La juventud triunfa en Elgoibar
El etíope Ayele Abshero, subcampeón mundial júnior, supera a los medallistas de plata absolutos, los keniatas Mosop y Komon.
Miren SÁENZ | ELGOIBAR
Ayele Abshero se convirtió en el vencedor de la 66ª edición de un Cross Internacional Juan Muguerza que en los últimos tiempos depara campeones jóvenes y con futuro. El etíope es la última perla de un Memorial que el pasado año asistió al despegue de Leonard Komon, quien dos meses después de debutar en Europa por la puerta elgoibartarra se proclamó subcampeón mundial por detrás de Kenenisa Bekele, el emperador del fondo.
Abshero, vigente subcampeón mundial júnior, se merendó a los dos últimos subcampeones absolutos: Moses Mosop, medalla de plata en Mombasa'2007, la inolvidable edición de la pájara de Bekele, y el mencionado Komon, también plata un año después en Edimburgo'2008. Ambos le secundaron en el podio en una mañana luminosa, de sol radiante y 11 grados de temperatura para satisfacción de protagonistas y afición.
El etíope fue un látigo entre los atletas más modestos, víctimas de la normativa de los crosses internacionales que aplica lo de «corredor doblado, corredor eliminado». Ayer empezaron a caer antes que nunca. De los 147 inscritos concluyeron 54 y eso que la meteorología fue idónea para la práctica del atletismo, tanto que el ganador fue capaz de volar a un promedio de 2:53 por kilómetro.
El vencedor escribió en el libro de oro en el que los organizadores del Mintxeta A.T. recogen las impresiones de los campeones: «Gracias por invitarme, encima he ganado muy fácil». Fue el resumen de la actuación de este etíope, parte activa del selecto grupo de cabeza integrado por seis corredores. Para el kilómetro 6 ya era líder, pero Komon le plantó cara. Dos kilómetros después se rindió a la evidencia, aunque el subcampeón mundial tuvo una excusa para justificar su tercer puesto. «Las dos últimas semanas casi no he podido entrenar por la nieve en Bélgica» y además su desplazamiento a Elgoibar resultó un calvario coincidiendo con su 21 cumpleaños.
Se le veía cansado, serio y algo decepcionado tras un viaje que comenzó en Bruselas, se retrasó en Barajas para llegar a su destino pasadas las 12 de la noche. Cuatro horas de cama y un rival motivado como Abshero impidieron al keniata repetir su exhibición de 2008.
El etíope, que el pasado 28 de diciembre cumplió 18 años, accede así a un palmarés repleto de compatriotas ilustres como Mammo Wolde, Addis Abebe, Fita Bayesa, los dos hermanos Bekele y Sileshi Sihine. Quizás ha nacido una estrella capaz de emular a sus predecesores -a algunos de los cuales ya ha batido puesto que se impuso al gran Kenenisa en una prueba en ruta sobre 15 kilómetros disputada en Holanda no hace mucho tiempo- y como tal se dedicó a firmar autógrafos en meta.
Y es que los asistentes a Mintxeta, y no sólo los niños, mantienen la costumbre de acudir bolígrafo en mano para acercarse a sus ídolos. Uno de los más solicitados continúa siendo Chema Martínez. Será porque es un fijo y se deja querer. El madrileño concluyó su séptima participación en novena posición y fue sincero: «Con 37 años, el ganador podría ser mi hijo», dijo mientras reconocía sin complejos la superioridad africana. Coparon los seis primeros puestos. El séptimo fue para el inglés Scott Overall tras un precioso sprint con el etíope Gashu, campeón del mundo júnior, y el octavo para el saharaui-vallisoletano Mohamed Elbendir, doble campeón en Mintxeta del Trofeo Mamo Wolde, que ya corre con los mayores.
Algunos de los participantes permanecerán unos días más en la localidad guipuzcoana, disfrutando de la hospitalidad de los elgoibartarras antes de partir para Sevilla (Itálica).
Trofeo Mamo Wolde
El francés Houssam Bouallagui y la inglesa Kathryn Avery se adjudicaron la séptima edición del premio para los júniors. Mientras los chicos se encaramaban al podio, por megafonía se pedía un aplauso para Ambolo, el loro del Ego-Toki, símbolo de la prueba durante una larga época y fallecido en setiembre con 51 años después de ser testigo directo de las cenas y comidas de la élite del cross.
Florence Kiplagat se convirtió ayer en la novena keniata que se cala la txapela del Muguerza. De vuelta al atletismo tras un 2008 dedicado a la maternidad, Kiplagat, de 21 años, se puso al mando en el cuarto kilómetro y pese a los intentos de Aniko Kalovics por seguir su estela, la africana reinó en Mintxeta. La húngara protagonizó los primeros kilómetros. Curtida en el cross y habitual en la temporada vasca, la poderosa atleta magiar tiró del grupo de cabeza íntegramente africano (Kiplagat, Grace Momanyi y Zemzem Ahmed) y tras el hachazo de la ganadora terminó en un merecido segundo puesto. Momanyi, abanderada de Kenia en los Juegos Olímpicos de Beijing, completó el podio.