Obama garantiza una «nueva aproximación» en las relaciones con Irán
El presidente electo estadounidense, Barak Obama, ha asegurado que Irán será uno de los mayores retos de su Administración y ha prometido actuar rápidamente, al tiempo que ha garantizado una «nueva aproximación» en las relaciones con la República Islámica.
GARA |
«Pienso que va a ser uno de nuestros principales desafíos», declaró en una entrevista concedida a la cadena estadounidense ABC en relación a Irán Barack Obama, quien jurará su cargo como presidente de Estados Unidos el próximo día 20. «Habrá que adoptar una nueva aproximación y ya he subrayado que creo que el acercamiento es por donde se debe empezar», añadió, para señalar a continuación que «estamos preparados y vamos a tener que actuar rápidamente en esa zona».
A juicio de Obama, un Irán dotado de armamento atómico «podría provocar potencialmente una carrera armamentística nuclear en Oriente Medio». Por eso, insistió y se comprometió a dar «un nuevo enfoque basado en el respeto y en una voluntad de diálogo (con Teherán)» a las relaciones con la República Islámica, frente a la actitud mantenida por su predecesor, George W. Bush, que se negó a iniciar un verdadero diálogo con Irán.
Los países occidentales reclaman una y otra vez a Irán que suspenda su programa de enriquecimiento de uranio porque consideran que tiene objetivos militares, algo que Teherán siempre ha negado al mantener que su fin es exclusivamente de carácter civil.
Tras afirmar que respeta «las aspiraciones del pueblo iraní», Barack Obama indicó que espera de las autoridades de la República Islámica una actitud más acorde con un miembro de la comunidad internacional.
Sostuvo también que interpelaría a Irán, al que acusó de «exportar el terrorismo» a través del movimiento islamista palestino Hamas y del organización chiíta libanesa Hizbullah.
Compromiso con Afganistán
Mientras tanto, el vicepresidente electo, John Biden, refrendó ante las autoridades afganas el «compromiso a largo plazo» de su país en Afganistán durante un viaje oficial a la zona.
Esa promesa -un apoyo pleno a las tropas y sus esfuerzos a la región- fue recordada por Biden durante su encuentro con los mandos de Kandahar, a donde llegó un día después de sus reuniones con el presidente afgano, Hamid Karzai, y con el mando de la ISAF.
Con Karzai, Biden discutió materias como «el terrorismo, el envío de más tropas al país y el equipamiento de las fuerzas de seguridad afganas», según el comunicado difundido por el palacio presidencial.
Biden aseguró que su país está comprometido en la ayuda «estratégica» y a largo plazo para el pueblo de Afganistán, un país que ha sufrido un repunte de la presencia talibán en los últimos dos años, sobre todo en el este y el sur del país, y ejerce su control en cada vez más territorio.
Según la Administración estadounidense, el envío de refuerzos a Afganistán tiene como límite el temor de que la pobla- ción afgana vea a los soldados extranjeros como una fuerza de ocupación, con vistas además a las elecciones presidenciales afganas de este año.
A esos comicios tiene previsto concurrir Karzai, quien, aunque debilitado por el auge talibán y la masiva corrupción de su Gobierno, no ha dudado en criticar las víctimas civiles causadas por los bombardeos de la aviación extranjera en el país.
La ISAF, amparada en un mandato de la OTAN, tiene desplegados en el país 48.000 soldados -entre ellos, 18.000 estadounidenses-, acompañados por otros 15.000 militares de EEUU que actúan en el marco de la misión «antiterrorista» bautizada como «Libertad Duradera».
Una fecha y un plan para cerrar «pronto» la prisión de la base naval de Guantánamo, donde aún permanecen «ilegalmente» detenidas 250 personas, es lo que ayer pidió Amnistía Internacional al presidente electo estadounidense, Barack Obama, durante las protestas con motivo del séptimo aniversario de la llegada de los primeros 23 detenidos al penal que EEUU tiene en territorio cubano. Obama admitió que necesitará más tiempo que sus primeros cien días al frente del país para cerrar Guantánamo, pero reiteró su promesa de hacerlo.
Las movilizaciones por el cierre de esta prisión se sucedieron ayer en todo el mundo.GARA
Barack Obama se comprometió a dar un nuevo enfoque a las relaciones de Washington con Teherán, basado en el respeto y en la voluntad de diálogo.
De visita en Afganistán, el vicepresidente electo, John Biden, reiteró el compromiso de EEUU de mantener y reforzar su ayuda «estratégica» a este país, donde el avance talibán ha sido una constante en los dos últimos años.