Derrota en Montilivi
Caras nuevas para una historia que se repite
El desigual reparto de puntería impidió que los azulgranas se trajeran un resultado positivo.
GARA | EIBAR
En el partido de las novedades, la historia se repitió. Girona y Eibar se enfrentaban por primera vez en medio siglo, hubo debutantes por ambos bandos, los azulgranas saltaron al campo con un once inédito...; pero el equipo eibarrés no se sumó al carro con la novedad más esperada y, una vez más, regresó a casa con el zurrón vacío después de haber rozado un resultado positivo.
Lo peor es que la derrota, que acaba con la mejor racha que habían enlazado el equipo esta temporada, vuelve a acercar al Eibar a las luces rojas. La jornada no ha sido propicia para sus intereses -todos sus perseguidores, menos el Alavés, han sumado- y el descenso vuelve a colocarse a dos puntos. O incluso menos, teniendo en cuenta que el Murcia debe disputar aún su encuentro suspendido frente al Celta.
Frente a los resultados, las sensaciones siguen invitando a afrontar el futuro con cierto sosiego. El equipo de Carlos Pouso volvió a cuajar un buen partido, en el que creó ocasiones clarísimas -incluyendo el enésimo balón al palo-, pero el desigual reparto de puntería le impidió regresar a casa con algo más que goles en contra. Como reconocería el propio técnico vizcaino a la conclusión del choque, su equipo falló «más que una escopeta de feria». El rival, lamentablemente, no.
El encuentro se decidió en la reanudación, tras un primer tiempo sin demasiada historia. Y pudo hacerlo del lado del Eibar, que acumuló argumentos en forma de ocasiones. Pero un suspiro después de que Codina enviase una falta directa al palo, Felipe Sanchón celebró su debut con el Girona anotando el 1-0. No fue suficiente para derribar al cuadro armero, que siguió poniendo en apuros a Ponzo. Pero ni siquiera la entrada de Mikel Arruabarrena fue suficiente para que el choque variase su sino.
Sí lo consiguió otro debutante, Igor da Souza, que también se estrenaba ayer con los catalanes y que, ya en tiempo de descuento y con los eibarreses volcados en busca del empate, anotaba la sentencia.
La fortaleza en Ipurua, donde el domingo llega el Castellón, vuelve a ser imprescindible.
