«Guerra del gas»
Media Europa sigue sin gas tras el rifirrafe entre Rusia, Ucrania y la UE
Aunque Rusia reanude hoy el suministro -promesa que seguía ayer en el aire por la insistencia ucraniana en apoderarse de lo que denomina «gas técnico» que pasa por sus gasoductos-, los países de Centroeuropa y de los Balcanes deberían esperar hasta tres días a la normalización de sus suministros. Acabe o no, la actual «guerra del gas» ha sido mucho más grave que la que enfrentó hace tres años a Moscú y Kiev. La UE dice ahora que ha aprendido la lección.
GARA | MOSCÚ
El director del gigante ruso Gazprom, Alexandre Medvedev, mostró ayer su esperanza en que el tránsito de gas ruso se reanude a las 07.00 GMT (una hora más en buena parte de Europa y en Euskal Herria), después de que el protocolo sobre las condiciones de despliegue de observadores internacionales que deberían verificar que «todo el gas ruso se dirige a Europa sin ser robado en territorio ucraniano haya sido finalmente firmado por todas las partes, sin declaraciones ni añadidos».
Rusia consideró el domingo «nulo y sin valor alguno» el protocolo firmado el pasado sábado al constatar que Ucrania introdujo un anexo en el que insistía en que no tendría ninguna deuda con Rusia y en que no habría robado gas destinado a Europa.
A instancias de Moscú, Ucrania tuvo que volver a firmar ayer el protocolo sin adjuntar anexo alguno, tras lo que Rusia y la UE hicieron lo propio.
No obstante, el Kremlin mostró su extrañeza por el hecho de que el protocolo fuera firmado por parte ucrania por el viceprimer ministro y por el vicepresidente de la gasística estatal, Naftogaz. «Esperemos que tuvieran mandato para ello», señaló el portavoz del Gobierno ruso, Dimitri Peskov, quien recordó que Kiev cuestiona los acuerdos de tránsito firmados en 2007 amparándose en que el funcionario que los firmó no estaba autorizado para ello.
Dando pábulo a estos malos presagios, la primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, insistía durante una visita a Evpatoria (sur del país) en que Ucrania continuará «utilizando el gas suministrado por Rusia con fines técnicos».
Moscú advirtió de que no está obligada a suministrar «gas técnico» a Ucrania. Kiev exige 21 millones de metros cúbicos diarios gratuitos para asegurar el tránsito a Europa.
En espera de que se despejen finalmente estos nuevos nubarrones, la UE advirtió de que, aunque Rusia reanude hoy el suministro, éste tardará entre dos y tres días en llegar a los ateridos ciudadanos centroeuropeos.
Mientras tanto, buena parte de Europa central y de los Balcanes cumplía siete días sin suministro ruso vía Ucrania y en pleno y riguroso invierno.
Bulgaria
Totalmente privada del gas ruso (92% de su consumo), Bulgaria continuaba bajo el frío pese a la conversión de la mayor parte de sus sistemas de calor urbano al fuel-oil. Más de 220 fábricas seguían cerradas o a medio gas.
Bulgargazse señaló que el país puede asegurar el 25-30% de sus necesidades durante 110 días por sus reservas. Obstáculos técnicos hacían imposible recibir el suministro prometido por Kiev de dos millones de metros cúbicos diarios.
Alemania
Al recibir el gas vía Bielorrusia, no tiene problemas de suministro. No obstante, el grupo gasero EON Rhurgas anunció un corte del suministro a Serbia y Bosnia-Herzegovina «por problemas técnicos».
Bosnia-Herzegovina
El suministro alemán de 1,5 millones de metros cúbicos desde el sábado alivió la dramática situación de los primeros días -un tercio de la población sin gas-. El corte del suministro de EON Rhurgas volvió a encender ayer todas las alarmas.
Serbia
Similar situación se vivía ayer en Serbia, que esperaba volver a la normalidad «a última hora de hoy». Muy afectada por el corte del suministro ruso vía ucrania, Serbia estudia cómo hacer más operacionales sus reservas de gas en Banatski Dvor (norte).
Hungría
En Budapest se decretó ayer la circulación alterna para hacer frente a la contaminación por el uso del fuel-oil.
Las restricciones afectan a los consumos superiores a 2.500 metros cúbicos diarios.
El suministro alemán provisional llegaba a los Balcanes vía Hungría, que sigue utilizando sus reservas de 3.400 millones de metros cúbicos.
Croacia
Croacia esperaba seguir recibiendo suministros de urgencia de Alemania e Italia, preservando así a los consumidores «de especial protección», como hospitales y escuelas. El estado de urgencia en vigor permite cortar el gas a los grandes consumidores industriales.
Grecia
Un barco cargado con gas natural licuado (GNL) arribó el domingo a Grecia y cubrirá las necesidades del país hasta inicios de la semana próxima. La llegada de un segundo barco está prevista para el 20 de enero.
Italia
Privada totalmente del gas ruso (27% de su consumo), Italia echa mano de sus reservas, suficientes para dos meses. Planea impulsar al extracción de gas del norte del Mar Adriático para limitar su dependencia.
Rumanía
Ha reconvertido sus centrales térmicas al fuel-oil. El distribuidor alemán EON Ruhrgas ha instado a la industria rumana a economizar sus recursos y ha advertido de dificultades de aprovisionamiento en caso de que la crisis se prolongue.
Moldavia
Moldavia echa mano de sus stocks de gas desde el sábado. La situación en el enclave prorruso de Transdniéster «está cerca de la catástrofe». en palabras del ministro de Economía, Igor Dodon. Moldavia depende enteramente del gas ruso vía Ucrania.
República Checa
La República Checa, que recibe diariamente 18 millones de metros cúbicos de gas noruego y de Alemania, asegura que puede hacer frente a un incremento en el consumo de cinco millones por el frío. Se ha comprometido a suministrar diariamente tres millones a Eslovaquia.
Eslovaquia
Con Rusia como su único suministrador, Eslovaquia decretó el estado de urgencia energética, con severas restricciones al sector productivo. Asegura que sus reservas se agotará en diez días, incluidas las que llevan el gas a los hogares. La promesa de ayuda checa sólo cubre el 15% de las necesidades eslovacas.
Rusia advirtió de que reanudará el suministro en la mañana de hoy sólo si los observadores internacionales supervisan «in situ» la operación.
Ucrania insistía ayer en su «derecho» a utilizar 21 millones de metros cúbicos de gas ruso diarios como canon de paso y para asegurar el tránsito a Europa. Rusia replicó que Ucrania debe utilizar su propio «gas técnico» o comprarlo a Gazprom o a otro.
Un responsable austriaco instó el grupo alemán EON a realizar su proyecto de gasoducto que a través de los Alpes suministraría gas de Oriente Medio a un área que va desde la costa croata hasta Austria.
El primer ministro ruso propone recuperar el proyecto para convertir los gasoductos ucranianos en un consorcio internacional con países como Alemania. Postuló como alternativa la privatización del sector gasero ucraniano.
El Gobierno eslovaco aseguró que está ultimando la puesta a punto del segundo bloque de la central nuclear V1 en Jaslovske Bohunice «Comenzará a producir en menos de una semana. Podría ser hoy o mañana», confirmó ayer Vahram Cauguryan, portavoz del Ministerio de Economía.
«Aunque la respuesta de Bruselas sea negativa, Eslovaquia mantendrá su decisión para evitar un colapso, ya que es una cuestión de vida o muerte, y esto es más importante que vulnerar los acuerdos comunitarios», advirtió.
La puesta en marcha de la V1, sujeta a moratoria nuclear por estar considerada obsoleta en ámbitos comunitarios, supone violar el acuerdo de integración UE, ante lo que ha protestado Austria.
La Presidencia checa de la UE minimizó la amenaza y la interpretó como una «amenaza-demostración» de Eslovaquia.
El país centroeuropeo ha obtenido 190 millones de euros de la UE por el cierre del primer bloque de la V1, y hasta el año 2013 tenía adjudicados otros 400 millones por la clausura del segundo reactor, importe que podría tener que devolver.
Antes de viajar a Bruselas la reunión extraordinaria del Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía convocada por la Presidencia comunitaria checa, el ministro eslovaco de Energía, Lubomic Jahnatek, advirtió de que «estamos al borde del colapso» e informó de sendos incendios en dos de los bloques de la central térmica de Novaky, lo que habría obligado a poner en marcha el tercer y cuarto, así como la central térmica de Vojany.
Entretanto, la UE debatía ayer las enseñanzas de una crisis que tuvo su preludio en 2006 pero que esta vez ha sido más grave tanto por su duración (entonces fueron 36 horas de corte) como por la afección en el suministro, que alcanzó aquel año el 10%.
Bulgaria pidió ayer ayuda comunitaria para acabar con su aislamiento energético y unirse a las redes de transporte de gas de Rumanía y Grecia.
Rusia calcula en 89 millones de euros diarios las pérdidas desde que ordenó dejar de suministrar gas a los corredores ucranianos el miércoles. A ello habría que sumar 40 millones por el cese de gas a Ucrania.