NBA
Nuevo capítulo en el extraño caso de Darius Miles
Memphis ha recuperado el contrato con el escolta pese a las amenazas públicas vertidas desde Portland contra quien le ofreciese un nuevo acuerdo.
Izkander FERNÁNDEZ | BILBO
Darius Miles difícilmente pudo imaginar cuál iba a ser su futuro cuando fue elegido en la tercera posición del draft de 2000 por Los Angeles Clippers. Y no, su futuro no tuvo que ver con su calidad de afroamericano problemático amante del dinero fácil, las armas de fuego, las fiestas pasadas de vueltas y las drogas. Su tumba, deportiva, iba a ser su físico, o más bien, la falta de él.
Miles, que fue el primer jugador seleccionado en un draft directamente desde el instituto, jugó dos años desiguales en los malditos, a la par que entrañables, Clippers antes de recalar en Cleveland. Los Cavs fueron una simple estación de paso antes de que en 2004 Maurice Cheeks, entrenador jefe de Portland Trail Blazers, se creyese capaz de reinventar un nuevo roll para el enésimo niño malo del baloncesto yankee.
Lo cierto es que tampoco en Portland encontró su sitio. Y no sólo eso: en diciembre de ese mismo año, Miles tomó la decisión de pasar por el quirófano para hacer frente a una microrotura en un cartílago de su rodilla. Antes de eso tubo que dejar atrás un calvario que le hizo pasar por diferentes clínicas en busca de un diagnóstico concluyente, su única recompensa fue una temporada casi en blanco y la cirugía que parecía cantada tiempo atrás.
Ya con Nate McMillan en el banquillo la presencia de Darius Miles en los Blazers continuó siendo testimonial cuando no fantasmagórica. Tras dos temporadas casi en blanco, a Miles parece llegarle su veredicto final cuando los Blazers pidieron la opinión de un experto para determinar si el escolta podría volver a jugar de nuevo alguna vez en su vida. La moneda mostró una cruz.
Portland jugó sus bazas para liberarse de la masa salarial correspondiente al joven escolta y obtener así una mayor elasticidad ante el límite salarial impuesto por la NBA. La franquicia de Oregon dejaría de tener en cuenta los 18 millones de dólares que le correspondían a Miles por contrato y se abrirían las posibilidades de reforzar el equipo a base de dinero fresco.
Había pocos requisitos que defendiesen los intereses del jugador, pero uno de ellos iba a ser clave: si Miles jugaba al menos 10 partidos como profesional, los 18 millones volverían a golpear las cuentas de los Trail Blazers.
Intentona
El pasado verano, Miles decidió no quedarse de brazos cruzados y buscó una nueva oportunidad deportiva nada más y nada menos que en el actual campeón de la NBA. El de Illinois jugó seis partidos que estrecharon la distancia entre Portland y la tasa impuesta por la NBA a quien no respeta los topes salariales.
El culebrón volvió a rodar hace unos días, cuando Memphis fichó a Miles haciéndole disputar minutos en dos encuentros. A Portland le quedaban dos, y poca sangre fría en la recámara. Su plan fue sencillo e inusual: una misiva aclaratoria donde advertía a las otras 29 franquicias de la liga que si alguien movía un dedo por Miles, los Blazers irían a por ellos.
A nadie le ha gustado la actitud de Portland pero Memphis decidió volver a fichar a Miles por 10 días. Si juega dos partidos, a Portland comenzarán a pesarle los 18 millones de dólares y su impuesto se disparará.
Miles firmó un contrato de 48 millones de dólares en seis años de los cuales Portland Trail Blazers aún no ha abonado los 18 millones que han creado la actual confrontación.
Jugadores de la importancia en la liga de Jamal Mashburn o Terrel Brandon vieron cómo sus carreras se acababan antes de tiempo por culpa de la misma lesión que sufre Miles.
Los finalistas de la pasada temporada y los dos máximos aspirantes a repetir en ésta salvaron con éxito sus compromisos ligueros de la madrugada del lunes. Los Lakers, líderes absolutos de la competición en estos instantes, se deshicieron de Miami Heat por 108-105. El choque fue igualado hasta el final y en el peor partido de Kobe Bryant en meses, anotó 12 puntos, la suma de factores de los californianos les bastó para llevarse el partido. Andrew Bynum y Vladimir Radmanovic fueron los máximos anotadores con 21 y 20 tantos, respectivamente. Boston, por su parte, sufrió menos ante los Raptors en Toronto, donde se impusieron por 94-88. El encuentro, marcado por las lesiones de hasta cuatro jugadores, tuvo como principal protagonista a Ray Allen, que logró 36 puntos con una gran serie en tiros de tres: ocho aciertos de diez intentos. El mejor de Toronto fue Jamario Moon con 15 puntos y siete rebotes.
I.F.