El Consejo de Derechos Humanos de la ONU condenó ayer en Ginebra las «graves violaciones» de derechos humanos perpetradas por Israel en Gaza, pidió el envío de una misión internacional a la zona para investigar sobre el terreno los abusos contra la población civil y exigió a Israel que coopere con esta delegación.

La resolución, propuesta por los países árabes, africanos y asiáticos, fue aprobada con 33 votos a favor, trece abstenciones (los países europeos, Japón y Corea del Sur) y un voto en contra (Canadá).

El texto indica que el Consejo «condena firmemente las actuales operaciones militares israelíes (...) que han causado violaciones masivas de los derechos humanos del pueblo palestino y la destrucción sistemática de las infraestructuras palestinas».

Alemania explicó que los países europeos se abstuvieron porque «la resolución no reconoce que Israel ha actuado para poner fin al lanzamiento de cohetes contra su territorio desde la Franja de Gaza». Canadá votó en contra con este mismo argumento. EEUU no forma parte de este organismo.

Sin embargo, la resolución pide expresamente que «se ponga fin al lanzamiento de cohetes contra civiles israelíes, que ha causado la muerte de cuatro civiles», aunque advierte de que los ataques israelíes han causado alrededor de 900 muertos y 4.000 heridos.

El presidente de EEUU, por su parte, aseguró, durante una comparecencia ante la prensa en Washington, que la responsabilidad de que no se haya producido un alto el fuego en Gaza es de Hamas.

«Estoy a favor de alto el fuego duradero y la definición de un alto el fuego duradero es que Hamas deje de lanzar cohetes sobre Israel», declaró Bush. «Creo que es a Hamas a quien le corresponde decidir», añadió el presidente de EEUU, que cederá la vara de mando a Barack Obama el próximo día 20.

Mientras EEUU y la UE seguían ofreciendo a Israel la cobertura necesaria, la cifra de muertos en Gaza superaba los 900, según Muawiya Hassainen, responsable de los servicios de urgencias en Gaza. Entre los fallecidos, se encuentran 277 niños, 95 mujeres y 92 personas de edad avanzada. El número de heridos supera los 3.950.

El Ejército israelí continuó ayer, 17º día de ofensiva, el avance de sus carros blindados en los barrios periféricos de la ciudad de Gaza, en lo que se consideraba la antesala de la tercera fase de la agresión, consistente en una guerra urbana a gran escala.

Los blindados israelíes avanzaron varios cientos de metros hacia el interior de los barrios de Sheij Ajlin, Tuffah y al-Zeitun, donde se enfrentaron a milicianos palestinos. Al mismo tiempo, la aviación sionista llevó a cabo ataques aéreos en el centro de Gaza. En total, una veintena de palestinos murieron en la madrugada de ayer como consecuencia de los disparos de blindados o de aviones israelíes.

Los ataques aéreos golpearon especialmente los sectores de Jabaliyah y Beit Lahya, al norte de Gaza, donde tienen lugar violentos combates, según relataron testigos presenciales.

El Ejército israelí llevó a cabo también una incursión en la localidad de Khozaa, cerca de Jan Yunis, al sur del territorio, donde destruyó 35 casas.

Las brigadas Ezzedin al-Qassam, brazo armado de Hamas, afirmaron que habían secuestrado un soldado israelí, pero añadió que había fallecido en un ataque aéreo sionista. Israel lo desmintió.

El domingo por la noche, los medios de comunicación israelíes anunciaron que el Ejército había comenzado a enviar reservistas para reforzar el despliegue en Gaza, otra medida que se interpreta como la antesala de la tercera fase de la ofensiva.

Ocupar el corredor Filadelfia

Junto a ello, según fuentes diplomáticas occidentales citadas por la agencia Reuters, el Ejército israelí prevé la toma del corredor Filadelfia, la línea que separa Gaza de Egipto, con el objetivo de interrumpir el contrabando con el país africano, que Israel considera la principal fuente de aprovisionamiento de armas de Hamas.

De hecho, Israel ha intensificado en las última horas los bombardeos aéreos contra esta zona. El control del corredor fue entregado a Egipto tras la ejecución del plan de desconexión para la retirada israelí de Gaza.

La reocupación del corredor Filadelfia y parte de la ciudad de Rafah formaría parte de la tercera fase de la ofensiva sionista, según estas fuentes.

La visita que Amos Gilad, asesor del ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, tenía previsto realizar ayer a El Cairo para negociar sobre una eventual interrupción de los combates se pospuso al menos hasta hoy.

La radio militar israelí informó de que el retraso de la visita de Gilad fue decidida por los dirigentes sionistas para incrementar la presión sobre Hamas.

«El Ejército ha realizado en 16 días lo que ningún país que lucha contra el terrorismo ha sido capaz de hacer en 16 años», afirmó el presidente israelí, Shimon Peres, durante una visita a una base militar.

Desde la Autoridad Palestina también se presionó a Hamas. El primer ministro, Salam Fayyad, exhortó a «todas las partes» a aceptar el plan franco-egipcio. «Rechazarlo no es una opción», declaró en Ramallah.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, por su parte, proclamó que «Israel golpeará con mano de hierro en Gaza todo el tiempo que sea necesario mientras continúen lanzando cohetes».

«Queremos poner fin a la operación cuando se cumplan dos condiciones: que dejen de dispararse cohetes y que Hamas deje de rearmarse», afirmó Olmert durante una visita al Neguev, habitual objetivo de los cohetes disparados desde Gaza.

Por primera vez desde el comienzo de la ofensiva, compareció en televisión el primer ministro del Gobierno de Gaza, Ismail Haniyeh, quien destacó que «Hamas se está acercando a la victoria».

«Nos acercamos a la victoria. La sangre que ha sido derramada no ha sido derramada en vano, ya que nos dará la victoria gracias a Dios», declaró Haniyeh.

«Tras 17 días de loca guerra, digo que Gaza no será destruida y que no caerá», añadió Haniyeh, que destacó que «la sangre de los niños inocentes será una maldición que avergonzará a Bush».

Junto a ello, Haniyeh destacó que para que se produzca un alto el fuego es necesario que «se pare inmediatamente la agresión, la retirada de las fuerzas sionistas de la franja de Gaza, la reapertura de los puntos de paso y el levantamiento total del bloqueo».

Desde Damasco, el líder de Hamas en el exilio, Jaled Meshaal, afirmó que «la resistencia continuará hasta que Israel sucumba y levante el cerco sobre el pueblo palestino de Gaza».