Sebastián Abreu tiene previsto reunirse con representantes del River Plate y espera lograr su libertad para fichar por la Real Sociedad. Desea también superar asperezas por el enfado del club argentino por las formas seguidas por el delantero uruguayo al negarse a acudir con el equipo para realizar la pretemporada en Mendoza y forzar su fichaje por la Real Sociedad.

Han sido varias las conversaciones entre Abreu y su club y en ellas el delantero ha dejado clara su voluntad de aprovechar la oportunidad de venir a la Real a pesar de las limitaciones económicas del club blanquiazul. Los administradores concursales sólo han dado luz verde a destinar unos 300.000 euros para toda la operación -incluido gastos de ficha y comisiones- y Abreu intenta conseguir la libertad sin que la Real tenga que pagar nada. A cambio renunciaría a un dinero que le debe el River.

El visto bueno de los administradores concursales está condicionado a que prosperen las negociaciones que en las últimas semanas mantiene el Consejo con jugadores y empleados del club para conseguir una rebaja importante de los catorce millones de coste de todo el personal -deportivo y no- de la Real.

Una parte de la rebaja

La disposición de los jugadores y trabajadores es positiva y eso ayudará a que una pequeña parte de lo que se va a rebajar en salarios se destine al fichaje de Abreu. No sólo se ha buscado el visto bueno de los administradores concursales para saber en qué condiciones se podía cerrar el acuerdo a diferencia de lo que pasaba antes. De la misma manera, para conseguir una rebaja importante de los salarios del personal no deportivo se negocia con el Comité de Empresa como es deseable y así en unos pocos días se espera que se lleguen a acuerdos que en el último año no se han producido por una política de enfrentamiento con todo el mundo.

Pese a todo, surgen problemas como el de este fin de semana con los porteros encargados de controlar el acceso a Anoeta por unas entradas que reciben en contraprestación de su trabajo, pero durante esta semana están previstas reuniones para intentar resolver esta cuestión.

También la plantilla ha sido consultada porque no es lógico que un club pida a unos jugadores que llevan sin cobrar su ficha desde enero del 2008 -sólo reciben mil euros mensuales de sueldo-, que renuncien a parte de la ficha de esta temporada y que un porcentaje de ese dinero se destine a una incorporación.

El deseo de Lillo

Pero Juanma Lillo ha convencido a todos de la conveniencia de mantener la plantilla actual y de incorporar a un delantero para conseguir el ascenso que todos desean. Abreu es su prioridad clara, el tolosarra se ha puesto en contacto para que venga en lo que consideró como «un abuso de amistad» y se ha delegado todo en el uruguayo para que consiga su libertad.

Es una apuesta personal de Lillo que entraña sus dudas. No es bueno que un jugador haya cambiado trece veces de equipo en doce temporadas y que este año no saliera bien su marcha al fútbol israelí y que apenas haya jugado en los últimos meses. Además a final de año se para la competición en Argentina y ahora debía empezar la pretemporada con River Plate, lo que hace temer que necesite tiempo para coger su puesta a punto. Pero los técnicos de la Real han visto los vídeos de los últimos partidos que ha jugado y confían en que llegue en buena forma para dar un rendimiento inmediato al equipo.

También Lillo apuesta por él en el plano personal y rechaza la vitola de problemático que le rodea. Lo ha entrenado y a ese nivel el tolosarra es un maestro a la hora de saber llevar a los jugadores y cabe esperar que no haya problemas. Otra cosa es el rendimiento porque los jugadores de una cierta edad pueden empezar el camino de vuelta y ya no hay retorno posible. Pero no es una apuesta muy grande. El año pasado la Real se gastó en enero en fichajes 4,6 millones en todos los conceptos y este año sólo va a destinar unos 300.000 euros. Por ese dinero se puede complacer una petición de un entrenador que está más justificada que nunca.