Camino de la mitad de la década de los noventa, en momentos de nuevos aires musicales, la escena se agita con la aparición de nuevos estilos y bandas con trazos diferentes. Una de ellas fue Deabruak Teilatuetan, donde ya encontramos a los hermanos Ubeda, Imanol y Joni. En 1998, una pausa de DT, por motivos laborales, posibilita la creación de Bide Ertzean en el verano de ese año. Los hermanos Ubeda cuentan con un manojo de canciones a las que desean dar vida. Por el camino se cruzan con Karlos Aranzegi, batería, y asimismo tolosarra. El trío comienza los ensayos y en un suspiro tiene ya en la calle su primer disco «Bide Ertzean», maxi de cinco temas. En el estudio se unieron al proyecto Labrit y Fran Iturbe. La primera, tras el disco «Zure minari», 1999, inicia su carrera en solitario, mientras que Fran se implicaría cada vez más hasta ser una de las claves del sonido BE. Como cuarteto publican «Grisa» en 2000, su disco más rockero. En 2002 comienzan a explorar nuevas sonoridades en combinación con el piano y el órgano de Joserra Senperena, otro músico de amplia mirada. Ya como quinteto enriquecido graban «Esan bare», 2004, y «Non dira», de 2006, y siempre al lado de Gaztelupeko Hotsak, quien publicará «Leidor sessions» (CD + DVD), título provisional, a lo largo de 2009. Mientras tanto, con la historia corriendo, Bide Ertzean llevan seis días ensayando sin cesar en el cine Leidor de Tolosa, espacio que viene a ser como su casa artística.

¿Qué tipo de sentimiento o razón les ha llevado a la selección del repertorio para el concierto de hoy mismo en Tolosa?

La idea inicial era reflejar la travesía que hemos recorrido durante estos diez años. Tiempo en el que hemos publicado seis discos, por lo que la elección de canciones para el repertorio final no ha sido nada fácil. Hemos descartado muchos temas que bien podrían estar, pero lo principal era reflejar puntualmente todos los discos que hemos hecho a lo largo de estos años. No obstante, quizá «Non dira» sea el disco que se lleva más protagonismo. Es nuestro último disco de estudio, por lo que tanto por temática como por enfoque musical tal vez sea el que mejor refleja nuestros gustos actuales.

¿Qué recuerdan del milagro de la primera canción que pasó a formar parte del repertorio? ¿Qué significó?

¿Milagro? Bueno, sólo era una canción, pero con el tiempo sí que nos hemos dado cuenta de que «Bide ertzean» es la mejor tarjeta de presentación del grupo. Viene a ser como una especie de declaración de intenciones que tiene vigencia todavía y con un claro guiño a Jose Luis Otamendi, un gran escritor azpeitiarra que nos ha acompañado en toda esta travesía.

¿Qué ha sido lo más positivo o ilusionante de este decenio musical que han vivido, en lo personal, si cabe, y en su relación musical?

Encontrarnos en el camino con grandes textos de Kirmen Uribe, Jose Luis Otamendi, Iñigo Aranbarri o Mikel Ibarguren. Compartir inquietudes y canciones con Labrit, Gorka Urbizu, Xabi Solano, Igor Telletxea, Imanol Goikoetxea, Joseba Irazoki, Fernan Irazoki, Mikel Erentxun, Quique González... Y, sobre todo, disfrutar escuchando tocar el piano y el Hammond B-3 a Joserra Senperena, poder contar con todos los recursos que te ofrece un guitarrista tan versátil como Fran Iturbe, dejarte llevar por la sección rítmica exquisita que marca Karlos Aranzegi a la batería. En lo personal, todo lo que hemos aprendido y lo que nos queda por aprender al lado de todos estos grandes músicos.

¿Se sienten un poco chicos raros en esta escena local prieta en rock y sonidos estridentes?

Siempre hemos sido bastante autistas. Hemos labrado nuestro camino gracias al apoyo de Gaztelupeko Hotsak, de toda la gente que nos ha acompañado en directo, de la peña que ha disfrutado con nuestros discos, de Kaki Arkarazo, que ha sabido leer muy bien cada época musical de la banda. Por decirlo con pocas palabras, no creo que seamos unos bichos raros ni que se nos vea así. Al menos, no es nuestra percepción.

Grabar un DVD, más aún tal y como lo prefieren ustedes, requiere un gran esfuerzo técnico y humano, ¿cómo es posible? ¿Habrá invitados?

En este directo queremos reflejar al quinteto estable que lleva funcionando desde que en 2002 Joserra Senperena comenzó a trabajar con nosotros. Por eso, esta vez, los cinco actuaremos solos ante el peligro. En el otro aspecto, la verdad es que siempre hemos elegido los caminos más complicados, pero, a posteriori, con las satisfacciones más grandes. Queremos unificar el lenguaje cinematográfico y el lenguaje musical. Esa combinación nos encanta en trabajos como «Lou Reed´s Berlin» (Julian Schabel, 2007), «Neil Young: Heart of gold» (Jonathan Demme, 2006) o «Ajuste de cuentas» (Quique González. 2006). De otra parte, Modus Operandi, una nueva productora que se ha formado en Donostia, se ha implicado a fondo en el proyecto: Ahora la idea es la de articular y editar un concierto en directo y un documental al respecto.