La inflación en Hego Euskal Herria supera a la española y a la europea
La inflación en Hego Euskal Herria cerró en 2008 con una media de 1,8%, por encima del 1,4% del IPC español y del 1,6% de la zona euro. Por herrialdes, sólo Nafarroa se situó por debajo (1,2%). Gipuzkoa (2,1%), Araba (2%) y Bizkaia (1,8%) estuvieron por encima. Los sindicatos reclaman incrementos salariales superiores al IPC y dicen que se ha producido un desajuste en 2008 que ha mermado la rentas salariales.
Juanjo BASTERRA |
Los datos oficiales del INE sobre la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC) al cierre de 2008 muestran que la inflación media de Hego Euskal Herria (1,8%) es superior a la española (1,4%) y a la existente en la eurozona (1,6%).
Los precios en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa crecieron más que los españoles en ocho de los doce subsectores económicos: alimentación, vivienda, menaje, transporte, comunicaciones, ocio y cultura, enseñanza y hostelería. De esa manera, la tasa interanual media terminó el año pasado en el ámbito de la CAV en el 1,9%. En Nafarroa, se redujo al 1,2%, pero los precios del alcohol y el tabaco, vestido, medicina y el apartado de otros crecieron por encima del resto.
La reducción de la inflación a final de año es, sin embargo, engañosa para las centrales sindicales, que reclaman incrementos salariales por encima de la inflación. Hasta julio, el IPC se situó por encima del 5% en Hego Euskal Herria, aunque la bajada del precio del petróleo y de algunas materias primas «por efecto de la crisis y el desplome del consumo», como reconoce LAB, han permitido esa bajada. Sin embargo, el coste real de la cesta de la compra no ha mostrado esa caída.
A juicio de esta central sindical, «las actualizaciones salariales se verán perjudicadas por la evolución del IPC» y destaca que «el IPC de diciembre no refleja la merma de poder adquisitivo sufrida a lo largo del año pasado». LAB sostiene que «el indicador más adecuado para cuantificar la variación del poder adquisitivo de los salarios que se ha producido debería de ser la media de los IPC interanuales registrados de enero a diciembre». Según esos datos, en Nafarroa la inflación media se situó en el 3,9%, en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, en el 4,1%, lo mismo que en el Estado español».
ELA afirma que la pérdida de poder adquisitivo de las rentas salariales no está reflejado en el dato interanual de diciembre, por lo que reclama «que es necesario un mejor reparto de la riqueza y del trabajo para enfrentarnos a la nueva coyuntura». CCOO de Euskadi afirma que la reducción «esconde realidades oscuras» y pide actuaciones de los gobiernos para reducir el precio de los productos y servicios básicos. UGT Euskadi remarcó que «somos los más inflacionistas».
La inflación media en la zona euro se situó en 1,6% en 2008, según los datos de Eurostat. Hego Euskal Herria se encuentra en 1,8%, como Eslovenia, pero por debajo de Hungría (3,4%), Polonia (3,3%), Dinamarca (2,4%) Finlandia (3,4%), pero por encima del 1,1% de Alemania o del 1,2% del Estado francés.
LAB denuncia que la aplicación del IPC interanual de diciembre supondrá «una grave pérdida de poder adquisitivo». Indica que es más adecuado utilizar la variación producida a lo largo de todo el año «en la medida de los IPC interanuales registrados de enero a diciembre», lo que muestra una inflación «más real» que va del 3,9% al 4,1%.
EHNE denunció ayer que diferentes operadoras comerciales, entre ellas Gurokela, están ofreciendo corderos de label en las carnicerías a un precio inferior al que se está pagando a los pastores. Esto se hace, según la organización agraria, con el consentimiento de la Fundación Kalitatea. Para terminar con estas prácticas que «restan rentabilidad a las explotaciones agrarias», EHNE pide crear un observatorio de precios.
«La marca Bizkaiko Bildotsa, que comercializa el matadero Erralde, está pagando a los pastores 6,46 euros por kilo. Pero, operadores como Gurokela, ofrecen cordero de label por un euro menos en las carnicerías que trabajan con Erralde». EHNE denuncia esa actuación dado que «la Fundación Kalitatea y Gurokela reciben ingentes cantidades de dinero público del Gobierno vasco y de las diputaciones, y las dedican a bajar el precio en origen de los productos agrarios».