DEIA Félix Iriarte 2009/1/15
Reina
Envidio a Reina por su facilidad en enviar mensajes de texto con su móvil. Ha inventado un nuevo lenguaje y a sus trece años eso es un mérito importante para su futuro. Un currículum que para sí quisieran los más hábiles con las nuevas tecnologías. Sin constreñir el lenguaje, sin reinvertarlo y adaptarlo a las circunstancias me temo que es imposible enviar casi 15.000 mensajes durante un mes, o lo que es lo mismo uno cada dos minutos exceptuando las horas para dormir. (...) con dos letras debidamente colocadas, se entiende a la perfección con sus amigos. No necesita parecerse a la rana-toro, que es un bicho que no duerme nunca, para ganar tiempo. Si así fuera no sé si la envidiaría, me parecería una niña sin más, un tanto especial qué duda cabe. (...) O podría ser también Reina-delfín, ya que esos simpáticos peces duermen pero no duermen: la mitad de su cerebro descansa, mientras la otra mitad permanece en alerta trabajando a medio gas, digo yo. Reina-delfín podría seguir mandando mensajes mientras dormía sin dormir y batir su propio récord. Pero no. Su padre, Hardesly, que es algo más lento que su hija (sólo 1.742 mensajes al mes) ha decidido que sea una niña sin más y le ha prohibido gastar más de 30 dólares con su móvil y no los 2.000 de la última factura. Una pena, la Academia de las Letras la echará de menos y yo la olvidaré para siempre.