Los salvadoreños acuden hoy a las urnas para decidir el resultado de las elecciones legislativas y municipales en las que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) ostenta una ventaja en los sondeos frente al oficialismo de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).

Más de 4,2 millones de personas con derecho a voto, designarán a los 84 diputados de la Asamblea Legislativa, otros 20 para el Parlamento Centroamericano y a los alcaldes de los 262 municipios por un periodo de tres años.

Si el FMLN gana las elecciones, sería la primera vez que la izquierda gobernaría el país más pequeño Centroamérica, que tiene unos 2,5 millones de personas viviendo en Estados Unidos y que son el sostén de la economía por la remesas que envían a sus familiares.

Su candidato, Mauricio Funes, amplió su ventaja en intención de voto frente al oficialista Rodrigo Avila, según un sondeo de opinión publicado en diciembre por la Universidad Tecnológica.

De concretarse lo proyectado, el FMLN ganaría las elecciones municipales con el 34,6% y Arena obtendría el 27,1% de los votos, mientras en las legislativas contaría con el 40,5% frente al 25,3% de su principal rival.

Todo parece anticipar de esta forma un éxito electoral para el FMLN, a pesar de la intensa campaña mediática en su contra desplegada por Fuerza Pública, una organización anónima que responsabiliza al grupo de prácticamente todos los males del país.

El cambio social -tras la hegemonía por casi dos décadas de la agrupación fundada por Roberto D´Abuisson, artífice de los Escuadrones de la Muerte y de la muerte de monseñor Oscar Arnulfo Romero-, provocó las masivas protestas populares y es el lema fundamental de la campaña electoral.

Las fuerzas de seguridad han desplegado un fuerte dispositivo policial de «más de 50.000 agentes en los 262 municipios del país».