Si los anfitriones estuvieron a punto de pifiarla en su debut ante Corea, fueron ayer los vigentes campeones mundiales, Alemania, quienes cedieron un empate ante Rusia (26-26), lo que, pese a todo, deja intactas las opciones de ambas escuadras en el grupo C.

Fue un choque de trenes, en el que las exclusiones fueron la tónica permanente, ya que ambas escuadras, que se encuentran inmersas en un proceso de total renovación, se manejaron con bastante dureza en un envite brusco caracterizado por un total equilibrio.

El empate entre germanos y rusos lo aprovechó Polonia para hacerse con el liderato tras derrotar sin oposición a Argelia (39-22), mientras que Túnez superó por un gol a Macedonia (25-24).

En el resto de grupos no hubo sorpresas, aunque Argentina estuvo a punto de rozarla ante Eslovaquia en el A, quien a duras penas consiguió desembarazarse de los sudaremicanos por un exiguo 27-25. Hungría no tuvo piedad de Australia, a quien le infligió un aplastante 41-17, mientras que Francia hizo lo propio con Rumanía (31-21), en los otros dos encuentros.

Algo parecido llevaron a cabo España y Suecia en el B. Los de Valero Rivera se deshicieron de Kuwait por treinta goles de diferencia (47-17) -a dos dianas del récord de máxima diferencia anotadora en un partido oficial- en un partido sin historia y en el que la mayor brecha se abrió en la segunda parte. Por su parte, los escandinavos también barrieron a Cuba (41-14), cuyo equipo llegó a Split apenas 16 horas antes de su debut.

Finalmente, en el grupo D, Serbia, Noruega y Dinamarca cumplieron su papel de favoritas. Los balcánicos se impusieron (22-30) a Egipto, Noruega ganó cómodamente a Arabia Saudí (39-23) y los daneses hicieron lo propio con el Brasil de García Cuesta (40-27).