Hay que remontarse hasta cuatro años atrás para reconocer a un Athletic parecido al de estos momentos. Fue en la 2004-05, cuando Ernesto Valverde manejaba los mandos de la nave rojiblanca y que consiguió encadenar un tramo de nada menos que diez jornadas consecutivas sin perder.

Cinco victorias -dos ante los equipos de la capital española- y otros tantos empates fueron el bagaje de aquel fructífero periodo. De momento, se lleva camino de repetir parecidos números, ya que los de Caparrós suman los mismos triunfos y dos igualadas.

Son ya dos meses los que lleva el Athletic blandiendo la vitola de invicto, que se vio refrendada notablemente ante uno de los llamados a ser grandes de la Liga, el Valencia, con una victoria in extremis, pero bien merecida por el juego y ganas desplegados por los rojiblancos en un San Mamés que vuelve a recuperar la ilusión por su equipo.

Lejos queda aquel 23 de noviembre del año pasado en el que los leones hincaron por última vez la rodilla, ante un Deportivo en la cresta de la ola al que los de Caparrós sólo supieron hacer frente en el último tramo del choque, a raíz del 2-1 conseguido por Javi Martínez mediada la segunda parte.

Estabilidad casera

A partir de ahí, todo han sido buenas nuevas para los vizcainos. Una dinámica victoriosa fraguada en su estabilidad casera -ya comenzó a ser patente en el 2-0 contra Osasuna después de medirse a los «cocos» de la competición-, que se ha trasladado también a sus desplazamientos, con dos triunfos consecutivos a domicilio ante Betis y Atlético de Madrid.

Nueve partidos seguidos sin conocer la derrota, si sumamos a los siete ligueros los otros dos coperos correspondientes a la eliminatoria con los rojillos, una racha que la afición llevaba esos cuatro años sin poder disfrutar y que ha impulsado al conjunto vizcaino hasta una novena plaza que parecía impensable alcanzar allá por el mes de noviembre, cuando se estaba en puestos de descenso.

Desde entonces, los bilbainos sólo han dejado escapar cuatro puntos en las últimas siete jornadas, un porcentaje bastante más eficaz que los raquíticos seis que sumaron en el arranque liguero durante los diez primeros encuentros.