La plantilla de Heineken secundó ayer una jornada de paro en la fábrica y llevó a cabo una concentración ante el departamento de Trabajo del Gobierno de Nafarroa para reclamarle que vele por el empleo de esta factoría, ubicada en Arano.

Oskar Rodríguez, del sindicato ELA, indicó en declaraciones a Efe que esperan mantener una reunión con el consejero en los próximos días porque el Gobierno «tiene mucho que decir» en el cese de actividad de esta planta.

Muchos beneficios

Para su instalación «se le facilitaron todo tipo de ayudas y ahora es el momento de exigir el mantenimiento de los puestos de trabajo», subrayó Rodríguez, y añadió que Heineken ha tenido además «muchos beneficios» y por lo tanto «el Gobierno le debe exigir una responsabilidad social».

Al respecto ha precisado que el cierre «es por una reorganización» del grupo, con cinco plantas en el Estado español, «y no por razones económicas». El comité sostiene que «cualquier solución debe contemplar el mantenimiento del empleo», en total 83 puestos de trabajo.