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LIGA Primera derrota en dos meses

El Athletic hace un paréntesis

Pese a jugar con un once repleto de hombres sin apenas rodaje, el Athletic dio la cara en un partido que pudo acabar con mejor resultado. La derrota pone fin a la racha de los bilbainos, que acumulaban diez partidos, entre Liga y Copa, con resultados positivos.

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ATHLETIC 0

ALMERÍA 2

Amaia U. LASAGABASTER | BILBO

Casi dos meses después, el Athletic cayó derrotado. Los rojiblancos abrieron un paréntesis dentro de una racha espectacular que les ha llevado, desde el pasado treinta de noviembre, a dejar de sufrir en Liga y a empezar a soñar en Copa. Ahora sólo queda saber si es realmente un paréntesis o, esperemos que no, un punto y aparte.

No debería, porque el tropiezo del conjunto bilbaino en Almería hay que entenderlo dentro de su contexto. Dentro, concretamente, de la evidente apuesta de Joaquín Caparrós por la eliminatoria copera que dirimirán los suyos el miércoles en Gijón. El técnico andaluz dejó en el banquillo, o directamente en Bilbo, a los jugadores que han protagonizado esa trayectoria última, dejando en manos de los menos habituales la papeleta de seguir con la escalada.

Un reto complicado por el rival, un Almería que no conoce la derrota desde la llegada al banquillo de Hugo Sánchez, y sobre todo por el propio equipo rojiblanco. El estadio de los Juegos del Mediterráneo recibió a un once totalmente inédito y repleto de jugadores muy jóvenes (Etxeita, Balenziaga), con escasa experiencia en la categoría (Del Olmo, Toquero) o sin apenas minutos en sus piernas (prácticamente todos). Del bloque de habituales, de hecho, sólo Gorka Iraizoz y Markel Susaeta -en la segunda parte salieron también Pablo Orbaiz y David López- se mantuvieron en el equipo.

Tanta novedad se notó, sobre todo en la inconstancia del ritmo, en cierta falta de automatismos y en algunos desajustes defensivos. Pero, posiblemente, se notó menos de lo que cabía esperar. No cabe hablar, en este sentido, de un Athletic inferior a su rival. Lo fue en el primer tiempo, en el que los andaluces jugaron con uno más por el fuerte viento a favor; pero no en el segundo, en el que se sintió más cómodo, recortó distancias y soñó con la remontada.

Cabe destacar, a este respecto, la actitud de los jugadores que saltaron al campo. Conscientes de que conformaban un once de circunstancias -visto lo sucedido hasta ahora, el discurso de la «confianza plena» de Joaquín Caparrós más parecía un gesto de cara a la galería- y sin la certeza de que una buena actuación fuera a traducirse en oportunidades futuras, no se vinieron abajo ni siquiera con el segundo gol del Almería. Incluso en el segundo tiempo, cuando el reloj volaba más que corría, buscaron el empate con ahínco pero sin locuras.

Lo pasaron peor en el primer tiempo, ante un rival igualmente consciente de que podía encontrarse ante el Athletic más asequible de los últimos tiempos. Los andaluces jugaron, además, con un fuerte viento a favor, que se dejó notar muchísimo en las jugadas a balón parado en los rechaces de los zagueros visitantes. También crearon mucho peligro balones en largo como el que exigió reaccionar a Ustaritz para enviar a córner tras un gran control de Negredo, que entraba solo en el área.

Crusat, Juanma Ortiz, Iriney... también probaban de una manera u otra ante un Athletic al que, durante el primer tiempo, le faltó contundencia. Tanto en defensa, donde costaba alejar el balón, como en ataque, donde se perdía con facilidad. Aunque una buena acción de Toquero, que obligó a intervenir a Bruno cuando Joseba Etxeberria se disponía a rematar dentro del área, demostró al Almería que no se enfrentaba a corderos.

El equipo de Hugo Sánchez, con todo, logró plasmar su superioridad en goles. Curiosamente, en dos de las ocasiones no excesivamente claras. A los 26 minutos, Iriney enviaba el balón al larguero y el rechace lo cabeceaba Juanma Ortiz, solo, al fondo de las redes. A cinco del descanso llegaba lo que parecía la puntilla, con otra acción de rechaces; esta vez le llegó a Kalu Uche, que batió a Iraizoz de disparo cruzado.

No pintaba nada bien la cosa, pero empezó a hacerlo en la reanudación, sobre todo tras la entrada de un Pablo Orbaiz que dotó de criterio al centro del campo y que envió a Carlos Gurpegi al lateral derecho.

El equipo de Caparrós empezó a funcionar y las ocasiones a llegar, ante un rival que cada vez se veía más inseguro, pese a los zarpazos que, de vez en cuando, amenazaban con la sentencia. El premio a la reacción bilbaína acabó llegando, con un balón de Orbaiz que peinó Toquero para que Del Olmo, a la carrera, superase a Alves en su salida.

Quedaban 25 minutos y el Athletic lo siguió intentando, pero los frenazos del Almería resultaron más efectivos y los visitantes no pudieron culminar la remontada.

Caparrós: «Hemos perdido y no podemos estar contentos pero la actitud ha sido muy buena»

Pese a la imagen ofrecida, el Athletic cayó derrotado, así que no era fácil hablar de satisfacción en la sala de prensa del Juegos del Mediterráneo. Técnico y jugadores, sin embargo, quisieron quedarse con la actitud de un equipo que, en la segunda parte, rozó la remontada.

«Ha sido un partido extraño -analizó Caparrós-. Sobre todo en la primera parte, cuando hemos tenido la mala suerte de jugar con el aire en contra. Es un elemento que se nota en el juego y no hemos sabido jugar contra ello, porque en esos casos hay que intentar no jugar. En la segunda parte, cuando nos tocaba jugar con el viento a favor, no ha habido». El técnico prosiguió recordando que «han tenido opciones y nos han metido dos golazos en sendos rechaces. En la segunda parte hemos querido, pero cuando se va contrarreloj, se juega más con el corazón que con la cabeza. Sabíamos que si marcábamos, nos íbamos a meter en el partido y lo hemos intentado hasta el final. Estoy supercontento con los jugadores».

En este sentido, el entrenador rojiblanco reconoció que «se ha perdido y no podemos estar contentos», pero también que «la actitud del equipo ha sido muy buena durante todo el partido».

En lo que respecta al ejercicio de reivindicación realizado por muchos jugadores, Caparrós aseguró que «todos los jugadores tienen que ser importantes y para eso entrenan. La gente entrena a un ritmo impresionante». Dejó una puerta, aunque no muy grande, a futuras oportunidades. «El campeonato es muy largo y estamos teniendo buena suerte con las lesiones, pero puede venir una mala racha y ver a la gente en buen tono físico, muy metida... nos hace ser optimistas».

El técnico, de hecho, respondió contundentemente a la posibilidad de que jugadores como Joseba del Olmo o Iñigo Vélez de Mendizabal sean cedidos. «Por supuesto que no salen. Estamos justos de plantilla y cargados de partidos», zanjó.

Algo de lo que, lógicamente, se alegra uno de los protagonistas del choque. «Yo tenía claro que quería quedarme aquí, para seguir buscando mi oportunidad, como he hecho hasta ahora», aseguró Joseba del Olmo. El de Lutxana espera «tener más minutos a partir de ahora», pero no cree que sea «cuestión de reivindicaciones, sino quizá de que se vea el trabajo que hacemos los que nos quedamos casi siempre sin convocar. Trabajamos duro y peleamos porque queremos hacernos un hueco. No es cuestión de reivindicarse porque todos queremos jugar, pero que al menos se vea nuestro trabajo». GARA

 

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